El editor de Tm Marquardt estaba preocupado por las agresiones de este hombre en redes sociales.
El presunto atacante que abrió fuego ayer en un diario de Maryland, dejando cinco muertos y dos heridos, tiene un largo y agrio historial con el diario, incluyendo una demanda y años de acoso a periodistas a través de Twitter.
Un funcionario de una agencia policial dijo que el sospechoso fue identificado como Jarrod W. Ramos. El funcionario no estaba autorizado para hablar sobre la investigación así que habló bajo condición de anonimato.
Tm Marquardt, editor retirado y editor en jefe del periódico, dijo al The Capital Gazette que él había estado preocupado desde hace mucho por el historial de Ramos, por sus ataques en las redes sociales contra el diario y sus periodistas.
En el 2013, él llamó a la policía por causa de Ramos y consideró presentar una orden de restricción en su contra.
“Estaba seriamente preocupado de que él nos amenazara con violencia física”, dijo Marquardt. “Incluso le dije a mi esposa, ‘Tenemos que tener cuidado. Este tipo realmente nos puede hacer daño'”.
En el 2012, Ramos presentó una demanda en contra del periódico, alegando que el diario, un columnista y un editor lo difamaron en un artículo que habla sobre culpabilidad en un caso criminal de acoso, en el 2011.
De acuerdo con documentos presentados en corte, cinco días después de que Ramos se declaró culpable de un caso criminal de acoso, el periódico publicó una historia sobre los argumentos de una mujer que decía que Ramos la acosó en línea durante meses.
El artículos dijo que Ramos se comunicó con la mujer a través de Facebook y le agradeció “por ser la única persona en decirle hola o ser amable con él en la escuela”.
La mujer dijo al diario que Ramos parecía tener problemas, así que ella le contestó y trató de ayudarle sugiriéndole un centro de consejería. Ella dijo que eso desató meses de mensajes de correo en los que Ramos a veces le pedía ayuda, pero otras veces la trataba con vulgaridades y le dijo que se matara. Ella dijo al The Capital que le pidió que dejara de comunicarse con ella, pero los mensajes siguieron llegando. Ella dijo que llamó a la policía y que los mensajes de correo pararon por unos meses, pero que después comenzaron de nuevo “más desagradables que nunca”, dice el artículo.
En su demanda, Ramos dijo que el artículo contenía declaraciones falsas y difamatorias, y empañaron su reputación.
Un juez desestimó la querella. El juez pidió a Ramos que indicara una sola declaración del artículo que era falsa o que diera un solo ejemplo de cómo lo había afectado negativamente. “Él no pudo hacerlo”, escribió una corte de apelaciones al ratificar la anulación de demanda.
En el artículo se describe a Ramos como un tipo delgado, alto que usa el cabello con colita. Su abogado dijo al diario que Ramos era graduado de ingeniería de computación y trabajó para la Oficina de Estadísticas de Trabajo durante seis años. Su abogado agreԧo que Ramos no tenía antecedentes penales.