Ante el día D para la guerra comercial entre EE.UU. y el gigante asiático, la oleaginosa cayó nuevamente y ya vale la mitad del máximo histórico de julio de 2008.
Llegó el 6 de julio y la soja norteamericana profundizó ayer su caída hasta un nuevo mínimo para los últimos 9 años y medio. El futuro agosto 18 retrocedió otro 1%, hasta u$s 307 la tonelada, en medio de la guerra comercial entre Estados Unidos y China.
A eso se suma que la buena marcha de los lotes sembrados con la oleaginosa en EE.UU. hacen augurar grandes rendimientos y una producción en torno a 116,5 millones de toneladas, según la consultora Informa Economics, que tendrá dificultades en colocarse si se concretan los aranceles chinos.
La situación lleva a que desde hace semanas los fondos especulativos desarmen posiciones de soja en los futuros en Chicago. Así, en un trimestre la oleaginosa haya perdido casi un cuarto de su valor (hacia fines de marzo se ubicaba cerca de u$s 390 la tonelada por efecto de la sequía en Argentina).
Fue la primera caída interanual desde abril de 2017. En un escenario de merma del consumo y tasas elevadas, los analistas pronostican nuevas bajas el resto del año.
Es más, la oleaginosa hoy vale la mitad de su precio máximo histórico, alcanzado hace exactamente una década: a principios de julio de 2008 (y cuando en Buenos Aires se discutían en el Congreso las retenciones móviles), la soja llegó a u$s 612 la tonelada en Chicago.
“Este reacomodamiento genera preocupación y dispara interrogantes sobre si la tendencia negativa puede profundizarse en un futuro cercano”, indicó Juan Manuel Garzón, economista del Ieral de la Fundación Mediterránea.
Y consideró que, si efectivamente se concreta, la suba del arancel en China se da “casualmente, cuando la soja de Estados Unidos no está prácticamente en el mercado” por lo que, consideró Garzón, podría dar lugar a “un par de meses de renegociación de condiciones comerciales” entre ambas potencias. La cosecha de soja en EE.UU. arranca en septiembre y las exportaciones fuertes de la oleaginosa norteamericana se concentran en octubre, noviembre y diciembre, justo cuando cae la disponibilidad del poroto de América del sur.
Primera importación
En tanto, hoy se concretó la primera importación de soja norteamericana por parte de Argentina de los últimos 20 años.
Arribó al puerto santafesino de San Lorenzo, un buque con 29.310 toneladas de soja proveniente de Estados Unidos. El destinatario de la carga es la firma Vicentín, que utilizará esa oleaginosa para el procesamiento en su planta.
El embarque es el primero que se realiza luego de que, como informó El Cronista, esa aceitera compró el 11 de abril último 120.000 toneladas de soja norteamericana, una operación que no se realizaba hace 20 años y que fue impulsada por el fuerte recorte productivo que dejó la sequía en Argentina.
Desde esa compra, se efectivizaron negocios por unas 650.000 toneladas de soja norteamericana, que en su mayoría arribarían a Argentina entre octubre y noviembre próximos.
Con estos negocios, las aceiteras buscan garantizarse poroto para mantener el cronograma de procesamiento, y posterior exportación de aceite, harina y pellets.
De acuerdo con estimaciones de la Cámara de la Industria Aceitera y el Centro de Exportadores de Cereales (Ciara-CEC), se requerirá importar 6 millones de toneladas de soja, con régimen temporal, a fin de garantizar que la capacidad ociosa no supere el 40% anual.
Las importaciones de Estados Unidos se suman a otras más habituales: Paraguay y Brasil.
En ese sentido, desde el gigante sudamericano, en los primeros cinco meses del año llegaron algo más de 250.000 toneladas de soja para el procesamiento.