Estados Unidos podría eliminar la revisión de pasajeros en aeropuertos pequeños

La Administración de Seguridad en el Transporte (TSA, por sus siglas en inglés) considera eliminar la revisión de seguridad a pasajeros en más de 150 aeropuertos pequeños y medianos en todo Estados Unidos, según altos funcionarios de la entidad y documentos internos obtenidos por CNN.

La propuesta, si llega a implementarse, marcaría un gran cambio para los viajes aéreos en el país, después de casi dos décadas con presencia de la TSA en los aeropuertos, desde los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001. Además, ocurre cuando el Gobierno del presidente Donald Trump ha intensificado los controles para dispositivos como computadoras portátiles y tabletas.
Los documentos internos de un grupo de trabajo en la TSA señalan que el proyecto de recortar los controles de seguridad en algunos aeropuertos pequeños y medianos –que sirven a aeronaves con 60 asientos o menos– resultaría en un “pequeño (no cero) aumento indeseable del riesgo vinculado a una oportunidad adversa adicional”.
Los documentos de junio y julio también sugieren que dicha medida ahorraría 115 millones de dólares al año, dinero que podría invertirse en reforzar la seguridad en aeropuertos más grandes.
Según la propuesta, los pasajeros y equipajes que provengan de esos lugares pequeños serán revisados cuando lleguen a aeropuertos más grandes para vuelos de conexión, en lugar de la práctica actual de unirlos a quienes ya pasaron por los controles del aeropuerto principal. Los documentos señalan que los puertos aéreos con alto volumen de pasajeros tienen mayores capacidades y medidas de seguridad más avanzadas que sus contrapartes menos concurridas.
Sin embargo, el analista de terrorismo de CNN Paul Cruickshank señaló que resultaba “sorprendente que esto se esté considerando incluso seriamente”.
“Al Qaeda e ISIS todavía consideran la aviación como un objetivo prioritario, que incluye aeronaves en las que tienes menos de 60 personas a bordo”, indicó. “Ellos lo verían como una forma de llegar a los titulares de prensa. Lo considerarían un modo de infligirle un grave daño económico a Estados Unidos. Si tienes un avión de aproximadamente 50 personas explotando en el aire, habrá una gran cantidad de pánico y, de hecho, provocará reverberaciones económicas significativas y, por supuesto, una gran pérdida de vidas”, explicó.
“Esto es tan peligroso”, reconoció un líder de campo de la TSA en un aeropuerto grande. Este funcionario no está autorizado para discutir el asunto públicamente.
Dos altos funcionarios de la TSA, quienes pidieron no ser identificados, expresaron serias preocupaciones de seguridad nacional frente a la propuesta. Señalaron que la idea ya fue explorada en 2011 y ahora resucitó. Los documentos se refirieron a unos 150 aeropuertos pequeños, además de algunos medianos. La TSA actualmente realiza controles de seguridad a los pasajeros en 440 aeropuertos, según el sitio web de la entidad.
El grupo de trabajo estableció que el cambio de política afectaría a cerca de 10.000 pasajeros que diariamente pasan por revisiones de seguridad a cargo de 1.299 empleados de la TSA, lo que representa aproximadamente el 0,5% de quienes vuelan desde los aeropuertos de EE.UU. en un día determinado. El informe no enumera los lugares específicos en los que se implementaría la medida.
Michael Bilello, portavoz de la TSA, dijo que este estudio refleja un debate recurrente dentro de la agencia sobre sus requisitos legales. “Este no es un problema nuevo”, comentó en un correo electrónico. “Las regulaciones que establecieron a la TSA no requieren una revisión por debajo de cierto nivel, por lo que cada año es ‘el año’ en que la TSA reconsiderará los controles”. Bilello no respondió a una solicitud para el texto de las regulaciones.
Los dos altos funcionarios de la TSA detallaron que el nivel de actividad alrededor de la propuesta este año –es decir, la formación de un grupo de trabajo para realizar el análisis de riesgos y costos– implica que esto es más que un ejercicio anual.
Los documentos señalaron que un grupo de trabajo de la TSA de 20 personas –incluido un representante de la administración de la agencia– se reunió el pasado 21 de junio para evaluar los riesgos potenciales del cambio de política. Una memorándum interno de la TSA con fecha del 17 de julio, enviado por el director de Estrategia de Riesgo Jerry Booker para el jefe de gabinete del administrador de la TSA Ha Nguyen McNeill, describe los hallazgos del grupo. No contiene ninguna recomendación formal.