El fiscal Jorge Di Lello le solicitó al juez Ariel Lijo que envíe a juicio al ex vicepresidente, hoy preso por la causa Ciccone. Junto a él, están acusados otros de los condenados por Ciccone y su ex secretario privado.
Amado Boudou está cerca de cumplir cien días preso en la cárcel de Ezeiza por la condena dictada en su contra a cinco años y diez meses por la causa Ciccone. Mientras intenta revocar esa sentencia en instancias superiores, se prepara para enfrentar un juicio por sospechas en la compra de autos a una concesionaria en el Ministerio de Economía y por la falsificación de los papeles de un auto, por el que ya había enfrentado el banquillo. Pero ahora está a punto de sumar otro juicio oral en su agenda.
El fiscal Jorge Di Lello le pidió al juez Ariel Lijo que eleve a juicio oral la causa en donde lo investigaron por peculado -malversación de fondos públicos- por la “presentación de declaraciones juradas con datos falsos y comprobantes de pago apócrifos”, en la rendición de viajes cuando era ministro de Economía.El delito tiene una pena de entre dos y diez años de cárcel.
El pedido contempla también al ex jefe de Gabinete de Economía, Guido Forcieri, y su ex secretario privado, Héctor “Cachi” Romano, ambos procesados. Forcieri también fue condenado en la causa Ciccone a la pena de dos años y medio de prisión.
“La conducta imputable a Amado Boudou, Héctor Romano y Guido Cesar Forcieri consiste en haber presentado declaraciones juradas con datos falsos y comprobantes de pago apócrifos”, sostuvo el dictamen de Di Lello al que accedió Infobae. “Amado Boudou era la autoridad máxima a la que se le entregaban los “gastos eventuales” y sobre quien recaía la obligación de rendir cuentas de esos gastos”, se detalló.
Cuáles son los gastos cuestionados
El dinero estaba afectado a gastos “eventuales”. Se trata de montos “destinados a solventar imprevistos, como alquiler de vehículos y de espacios de reuniones” y al pago a traductores. Los fondos se asignan a la máxima autoridad de la comitiva y la rendición debe contener un detalle de los correspondientes comprobantes de los gastos efectivamente realizados por la comitiva.
El detalle:
*La factura suscripta por Romano, en su carácter de Jefe de Secretaría Privada del Ministerio de Economía y Finanzas Públicas de la Nación a favor de Eduardo E. Kahane por su actuación como intérprete en la reunión de ministros de Finanzas y Gobernadores de Bancos Centrales del G20 en París los días 17-19 de febrero de 2011. Fue por un monto total de 3300 euros. El intérprete dijo que la factura había sido falsificada y que él solamente había cobrado 1900 euros. Aportó su factura. Diferencia: 1400 euros.
*Comprobante 3, identificado como “servicio de intérprete para las reuniones del G-20”. La factura está firmada por Héctor Romano también, junto con su sello aclaratorio, en carácter de Jefe de la Secretaría Privada del Ministro de Economía y Finanzas Públicas. La factura reza en su cuerpo “servicio de interpretación para la reunión de ministros de Finanzas y Gobernadores de Bancos Centrales del G20 en Paris. Total 3050 euros. “La prueba reunida determinó que esa factura también era falsa”. La intérprete Ana Ruth Juárez también trabajó para esa reunión, pero advirtió que no hizo la factura: “Yo no he confeccionado esta factura. Hay un error y no es el tipo de error que yo hubiera cometido. Mi apellido se ha escrito comenzando por una letra minúscula, yo no lo hubiera hecho nunca de ese modo. Yo firmo las facturas que confecciono y este documento no ha sido firmado de mi puño y letra”, dijo.
*Factura nro. 83167, suscripta por Romano y correspondiente al Hotel Bel-Ami de París, Francia. El valor total decía 9.395 euros por el alojamiento de los días 17 de febrero de 2011 al 21 de febrero de 2011. Pero también habría sido falsificada. “La factura es de fecha 21 de febrero de 2010, un año antes de la supuesta estadía de la comitiva en dicho establecimiento, e incluso de la fecha de inicio de la solicitud de gastos”, dijo el fiscal. El personal del hotel informó que tanto el número de las facturas como el huésped (“Ministerio de Economía argentino”) y las fechas de estadía no concordaban con la información registrada en el hotel. Por estas facturas, el Estado pagó la suma que 9.395 euros asignados a otros gastos eventuales.
*A Romano y a Amado Boudou, también se le imputó la falsificación de la factura nro. 79263 del Hotel Bel-Ami, expedida en Paris el 16 de mayo de 2010 a nombre del Ministerio de Economía y obrante en el expediente nro.0166126/10 iniciado por el traslado que debía realizar Amado Boudou a las ciudades de Paris, Francia y Roma, Milán de Italia. La factura que se comprobara falsa se corresponde a gastos de fecha 15 de mayo de 2010, por un total de 3.863 euros, suscripta por Romano con su sello aclaratorio.
*Factura 88636, identificado como “Oficina de trabajo y movilidad en la ciudad de Paris del señor Ministro” del Hotel Bel Ami, expedida en Paris el 16 de diciembre de 2010 a nombre del “Ministerio de Economía”. Según esa factura, firma por Romano, se produjeron gastos entre los días 12 al 16 de diciembre de 2010 por un monto de euros 19937 euros. Pero el hotel la desconoció.
*César Guido Forcieri -en su carácter de ex Jefe de Gabinete de Asesores del Ministerio de Economía y Finanzas de la Nación, presentó un comprobante de pago del hotel Bel-Ami con el mismo número de factura (83167) que la presentada en un expediente por Romano. Era por una estadía del 16 de febrero de 2011 al 20 de febrero de 2011, “por un valor de 6.943,23 euros. También, dice la acusación, era trucha. El personal del Hotel Bel-Ami desconoció haber expedido esta factura y, en cambio, informó distintas ocasiones en las cuales Forcieri se alojó en el hotel, acompañando las correspondientes facturas expedidas, las que no coinciden en las fechas ni montos consignados por el nombrado en la rendición de cuentas”.
*El expediente de rendición de cuentas 0034128/11 se inició a raíz del traslado que realizó Forcieri a Paris, Francia, también para participar de las reuniones de Ministros de Economía y gobernadores de Banco Centrales. El tiempo de la comisión habría sido de trece días, desde el 15 de febrero de 2011 a las 18:10 hasta el 28 de febrero de 2011 a las 8:50 horas. “La solicitud de viáticos y gastos eventuales fue suscripta por Cesar Guido Forcieri y por Hector Eduardo Romano brindando el “visto bueno” y del autorizante de la misión y en el mismo se consignaban tanto viáticos diarios ( u$s 402 por día); u$s 402 por día en costos de desplazamiento; $16.768,32 de transporte y pasajes y gastos eventuales por u$s10.000″.
*Comprobante nro.3 de la factura del Hotel Bel Ami por 6.943,23 euros está a nombre de Forcieri, en la rendición. “Esta prueba corrobora que Forcieri realizó una rendición de cuentas ficticia, con el aval de Romano que les permitió apoderarse 6.943 euros al Estado Nacional.
Explicaciones y descargos
Cuando le tocó declarar en indagatoria, Boudou aseguró que desconocía esas facturas y que no estaba “dentro de sus funciones ocuparse de esas cuestiones logísticas”. “Jamás llevé dinero ni recibí facturas ni las tramité de los gastos eventuales. Para esto, existe una estructura de ceremonial y secretaría privada que se ocupa de estas cuestiones. No estoy diciendo que exista el hecho que se me imputa, sino simplemente que aún en el improbable caso de ser cierto, yo soy ajeno al mismo, ya que existe una estructura de confianza administrativa, como en cualquier ente u órgano”, dijo el ex vicepresidente.
Forcieri sostuvo que hay una confusión: aseguró que se le liquidaron viáticos y gastos eventuales, y que estuvo en otras fechas en el hotel que no figuran en las rendiciones. “Para los días personales no se me liquidó absolutamente nada ni yo tampoco rendí absolutamente nada, los pagué de mi bolsillo, una porción con mi tarjeta de crédito (…) Me resulta inconcebible que el hotel desconozca no solo la contratación de estos servicios sino también mi estadía en esos días, mi ficha de policía”, esgrimió.
Romano también rechazó los hechos en un escrito. “Niego enfáticamente haber defraudado a la administración pública. Todos saben en el ámbito del Ministerio de Economía de la dedicación, honestidad y eficiencia que caracterizó a mi labor”. Y añadió: “¿Cómo es posible pensar que en el medio de las negociaciones por la deuda externa que pesa sobre nuestro país con el Club de París y la lucha por el precio de los commodities en el G-20 yo me pueda complotar con el entonces vicepresidente de la Nación para quedarnos con 1400 euros ($7.756 al cambio de ese día)?. Resulta realmente absurdo”
La opinión de los acusadores
Para Di Lello, las explicaciones no alcanzaron y los acusados deberán ir a juicio. “Cada uno de ellos tuvo un rol directo en la comisión del delito imputado, ya que todos revisten la calidad de autor que requiere la norma y tienen su deber especial que fue infringido con la actuación individual en cada formulario que se suscribió o en cada nota en donde se solicitaban los gastos en cuestión. Por lo tanto, todos deben responder en carácter de coautores”, afirmó en el escrito al que accedió Infobae.
Y añadió: “Las pruebas reunidas y la funciones que cumplía cada uno en el marco del trámite de solicitud de viáticos que implicaba que por cada viaje se efectuara un expediente cuya conformación estaba claramente regulada por la normativa vigente en la materia, son elementos determinantes para presumir la existencia del conocimiento necesario para dar apariencia de licitud con comprobantes adulterados y así adquirir dinero del Estado”.
Ahora, el juez Lijo analizará el planteo y decidirá si clausura la investigación y eleva el caso a juicio. Si así fuera, es posible que se anexe al otro juicio que está en curso por el tema de los papeles del auto y la compra de vehículos para el Ministerio de Economía. Mientras tanto, Boudou intenta revocar la condena que pesa sobre sus hombros en el caso Ciccone.