12 predicciones de Francis Fukuyama sobre cómo terminará la invasión de Rusia a Ucrania

El autor del “Fin de la Historia” y uno de los máximos politólogos de las últimas décadas, pronosticó cómo podría terminar el ataque ordenado por Vladimir Putin y cuáles podrían ser sus consecuencias.

Francis Fukuyama, director editorial de American Purpose, una revista dedicada al análisis político, enumeró 12 predicciones sobre cómo podría terminar la invasión de Rusia a Ucrania y las consecuencias que podrían acarrear para el pueblo ruso la drástica -e injustificada- decisión adoptada por Vladimir Putin el pasado 24 de febrero. En un artículo titulado “Preparándose para la derrota”, el politólogo norteamericano señaló que la planificación militar del Kremlin fue “incompetente” y pronosticó que perder es el único camino al que se conduce a las tropas.

Fukuyama aclaró que hizo la descripción de la situación en el frente desde un lugar cercano a los acontecimientos: Macedonia. Donde se encuentra dictando clases. Allí, asegura, hay más apoyo a Putin que en cualquier otro lado de Europa. A continuación, su listado:

1 – “Rusia se dirige a una derrota total en Ucrania. La planificación rusa fue incompetente y se basó en la suposición errónea de que los ucranianos eran favorables a Rusia y que su ejército se derrumbaría inmediatamente después de una invasión. Evidentemente, los soldados rusos llevaban uniformes de gala para su desfile de la victoria en Kiev en lugar de municiones y raciones adicionales. En este momento, Putin ha comprometido a la mayor parte de su ejército en esta operación; no hay grandes reservas de fuerzas que pueda llamar para añadir a la batalla. Las tropas rusas están atascadas en las afueras de varias ciudades ucranianas, donde se enfrentan a enormes problemas de abastecimiento y a constantes ataques ucranianos”.

2 – “El colapso de su posición podría ser repentino y catastrófico, en lugar de producirse lentamente a través de una guerra de desgaste. El ejército en el campo llegará a un punto en el que no podrá ser abastecido ni retirado, y la moral se vaporizará. Esto es cierto al menos en el norte; los rusos lo están haciendo mejor en el sur, pero esas posiciones serían difíciles de mantener si el norte se derrumba”.

3 – “No hay solución diplomática posible para la guerra antes de que esto ocurra. No hay ningún compromiso concebible que sea aceptable tanto para Rusia como para Ucrania, dadas las pérdidas que han sufrido en este momento”.

4 – “El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas ha demostrado una vez más su inutilidad. Lo único útil fue la votación de la Asamblea General, que ayuda a identificar a los actores malos o prevaricadores del mundo”.

5 – “Las decisiones de la administración Biden de no declarar una zona de exclusión aérea o de no ayudar a transferir los MiG polacos fueron ambas buenas; han mantenido la cabeza en un momento muy emotivo. Es mucho mejor que los ucranianos derroten a los rusos por sí mismos, privando a Moscú de la excusa de que la OTAN les atacó, además de evitar todas las posibilidades obvias de escalada. Los MiG polacos, en particular, no añadirían mucho a las capacidades ucranianas. Mucho más importante es el suministro continuo de Javelins, Stingers, TB2, suministros médicos, equipos de comunicaciones y el intercambio de información. Supongo que las fuerzas ucranianas ya están siendo vectorizadas por la inteligencia de la OTAN que opera desde fuera de Ucrania”.

6 – “El coste que está pagando Ucrania es enorme, por supuesto. Pero el mayor daño lo están causando los cohetes y la artillería, contra los que no pueden hacer mucho ni los MiG ni la zona de exclusión aérea. Lo único que detendrá la matanza es la derrota del ejército ruso sobre el terreno”.

7 – “Putin no sobrevivirá a la derrota de su ejército. Obtiene apoyo porque se le percibe como un hombre fuerte; ¿qué tiene que ofrecer una vez que demuestre su incompetencia y sea despojado de su poder coercitivo?”

8 – “La invasión ya ha hecho un enorme daño a los populistas de todo el mundo, que antes del ataque expresaban uniformemente su simpatía por Putin. Eso incluye a Matteo Salvini, Jair Bolsonaro, Éric Zemmour, Marine Le Pen, Viktor Orbán y, por supuesto, Donald Trump. La política de la guerra ha expuesto sus inclinaciones abiertamente autoritarias”.

9 – “La guerra hasta este punto ha sido una buena lección para China. Al igual que Rusia, China ha creado fuerzas militares aparentemente de alta tecnología en la última década, pero no tienen experiencia en combate. La miserable actuación de las fuerzas aéreas rusas será probablemente reproducida por las Fuerzas Aéreas del Ejército Popular de Liberación, que tampoco tienen experiencia en la gestión de operaciones aéreas complejas. Podemos esperar que los dirigentes chinos no se engañen a sí mismos en cuanto a sus propias capacidades como lo hicieron los rusos al contemplar un futuro movimiento contra Taiwán”.

10 – “Esperemos que la propia Taiwán despierte en cuanto a la necesidad de prepararse para luchar, como han hecho los ucranianos, y restablezca el servicio militar obligatorio. No seamos prematuramente derrotistas”.

11 – “Los drones turcos se convertirán en best-sellers”.

12 – “Una derrota rusa hará posible un ‘nuevo nacimiento de la libertad’, y nos sacará de nuestro embrollo sobre el estado decadente de la democracia mundial. El espíritu de 1989 seguirá vivo, gracias a un puñado de valientes ucranianos”.

Más sobre la invasión

Días atrás, en un artículo publicado en el Financial Times, el autor aseveró que la invasión rusa lanzada el pasado 24 de febrero representa “un punto de inflexión crítico” en la historia moderna. Fukuyama consideró que detrás de las aspiraciones del Kremlin está la instauración de un nuevo orden mundial que haga frente al liberalismo surgido después de 1991, tras la caída de la Unión Soviética.

De acuerdo a su análisis de la dramática situación actual, Putin dejó en claro que busca reagrupar la mayor parte posible de la antigua Unión Soviética, “incorporando a Ucrania a Rusia y creando una esfera de influencia que se extienda por todos los estados de Europa del Este que se unieron a la OTAN a partir de la década de 1990″.

Esto, indicó, hace que la guerra que se libra en suelo ucraniano sea motivo de preocupación para el mundo libre. Según apuntó, los brutales ataques de los últimos días contra ciudades como Kiev y Járkov demuestran “cuáles son las consecuencias de una dictadura antiliberal”.

“La Rusia de Putin se ve claramente ahora no como un estado con quejas legítimas sobre la expansión de la OTAN, sino como un país resentido y revanchista que pretende revertir todo el orden europeo posterior a 1991. O más bien, es un país con un único líder obsesionado con lo que cree que es una injusticia histórica que intentará corregir, sin importar el coste para su propio pueblo”, analizó Fukuyama.

Pese a los intentos de Putin de cambiar el orden internacional actual, el politólogo hizo hincapié en la fuerte resistencia de las tropas ucranianas y en la contundente reacción de Occidente. Respuestas tan firmes y contundentes que probablemente ni el propio Putin se esperaba.