Aprovechan las redes sociales para prometer “el camino al Paraíso” y promover sus actividades. Sus videos en Internet incluyen música rap y emocionantes sesiones de entrenamiento. Su retórica es encendidamente antioccidental. La organización radical al Shabab, que se adjudicó el ataque en el centro comercial en Kenia, cautiva a decenas de jóvenes de Occidente para que militen en sus filas.
“El primer atacante suicida de nacionalidad estadounidense de la historia fue un miembro de al Shabab, en un atentado ocurrido en 2008“, le dijo a la BBC Stig Hansen, experto en esa organización radical y profesor de la Universidad Noruega de Ciencias de la Vida, en Oslo. Para algunos analistas, los alcances de la organización, cuyo nombre en español significa “La Juventud”, se hace evidente cuando las autoridades británicas y estadounidenses investigan la información ofrecida por la cancillería de Kenia, según la cual entre los atacantes de Nairobi había dos estadounidenses y una británica.
“Usualmente al Shabab recluta militantes en el exterior para ejecutar ataques. Sus atacantes suicidas son con frecuencia extranjeros. Se trata de personas de etnicidad somalí, pero que vienen del exterior, de países como el Reino Unido y Estados Unidos“, señaló el especialista. De acuerdo con Hansen, el ataque al centro comercial, que dejó más de 60 muertos y decenas de heridos, tiene diferentes motivos: “el grupo busca atraer atención entre potenciales militantes en Occidente. Otra posible razón puede ser que a estos combatientes extranjeros se les ofrece roles de baja calidad en el campo de batalla -pues ya hay varias milicias en Somalia que tienen el entrenamiento requerido- y ahora se dan cuenta de que pueden ser usados con otros propósitos. Un objetivo es ondear la bandera y otro puede ser usar sus recursos externos de la mejor manera“.
Una fotografía publicada por el FBI en su página web muestra a Omar Shafik Hammami y Jehad Serwan Mostafa, vinculados por esa organización con al Shabab. En un comunicado difundido en marzo de 2013 en la página en Internet de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI), las autoridades estadounidenses ofrecen una recompensa de hasta US$5 millones por cualquier información que conduzca al arresto o la condena de dos ciudadanos estadounidenses que se encuentran en la lista de “Terroristas Más Buscados” del FBI. “Omar Shafik Hammami y Jehad Serwan Mostafa viajaron a Somalia en 2006 para unirse a al Shabab, una organización terrorista asentada en Somalia afiliada a al Qaeda. Ambos son buscados por conspirar para entregar material de apoyo para una organización terrorista extranjera, lo cual incluye contribuciones significativas a las actividades militares y de medios de comunicación de al Shabab. Se cree que ambos hombres se encuentran actualmente en Somalia“, explican en el sitio web.
En otro comunicado publicado en 2010, la agencia gubernamental señaló: “dos estadounidenses fueron arrestados y otros 12 individuos, incluyendo cinco ciudadanos estadounidenses, han sido acusados de actos de terrorismo que incluyen proporcionar dinero, personal y otro tipo de apoyo material a la organización terrorista asentada en Somalia, al Shabab“.
En mayo de 2013, en una información emitida en Minneapolis, el FBI afirmó: “hoy, en una corte federal, dos mujeres de Rochester, Minnesota, fueron condenadas por proporcionar apoyo material a al Shabab“. Estos son solo algunos casos que el FBI ha reportado en los últimos años sobre los vínculos de al Shabab en Estados Unidos.
Su estrategia
“Al Shabab hace videos que son muy atractivos para los jóvenes. Incluyen, por ejemplo, música rap y sesiones de entrenamiento“, explicó Mary Harper, editora del Servicio Africano de la BBC. “Al Shabab es realmente muy inteligente en Internet. Hay muchos somalíes que viven en países europeos, en Estados Unidos, en Australia, que viven marginados. Muchos de ellos están desempleados y hay prejuicios en su contra“, indicó la periodista en conversación con BBC Mundo. En uno de los videos de al Shabaab que se pueden encontrar en la web, pero que no puede ser verificado de forma independiente, se observan jóvenes con armas y frases como “el camino al Paraíso“.
La estrategia de la organización para atraer nuevos militantes es una combinación de propaganda sofisticada en la que se promete una aventura emocionante como combatientes y una encendida retórica. “Al Shabab utilizó una persona blanca, que forma parte de su movimiento, para cantar canciones de rap. También usa personas que tienen una identidad occidental en sus videos para atraer a los jóvenes. Si eres una persona que está experimentando racismo e islamofobia en Estados Unidos y tienes una perspectiva muy limitada sobre tu futuro, es posible que eso pueda lucir atractivo. Para muchas personas tener un arma es algo excitante“, dijo Harper.
Si a eso se suma la difusión de un mensaje antioccidental, la fórmula puede llegar a ser efectiva para los objetivos de al Shabab. “También existen personas estudiadas y formadas en la educación superior que terminan bajo la influencia de ideas radicales en Occidente. No se trata solo de somalíes sino que hay otras ciudadanías“, señaló Harper.
Decepción
El británico Jermaine John Grant fue detenido el 24 de septiembre en Kenia. Las autoridades investigan si tiene vínculos con al Shabab. Las estrategias de persuasión de la organización va más allá de la publicación de videos. De acuerdo con Harper, su estrategia en redes sociales como Facebook y Twitter es muy clara.
Pero el entusiasmo que genera este tipo de propaganda puede durar poco: “cuando deciden unirse a la organización y se integran a ella (en Somalia), se dan cuenta de que no es lo que los videos muestran. De hecho, tienen experiencias muy malas, pero cuando se dan cuenta ya es demasiado tarde“.
Se trata de una desilusión muy rápida. A algunos se les ofrece ser choferes, otros terminan convirtiéndose en atacantes suicidas, “una vez están en Somalia, dentro de al Shabab, es muy difícil salirse“. De acuerdo con la periodista, los servicios de seguridad de países como Reino Unido y Estados Unidos tienen evidencia de que docenas de somalíes han dejado Reino Unido, Estados Unidos, países escandinavos y Holanda para regresar a su país para luchar en las filas de al Shabab.
Reclutados vía Twitter
Naomi Grimley, periodista de la BBC, indicó el lunes que, en Nairobi, al Shabab usó Twitter para dar a conocer lo que había estado haciendo y regodearse por el número de muertos: “se cree que es el primer grupo que usa la red social de esta manera, con el objetivo de provocar más miedo del que ya ha causado. Los perpetradores dentro del complejo les permitieron conocer sus movimientos a otros miembros del grupo que están afuera. Al usar #Westgate para atraer seguidores, es claro que al Shabab vio en sus mensajes una parte de una estrategia más amplia“.
En muchos casos, los nuevos reclutados, aunque de origen somalí, tienen la nacionalidad de los países en que viven: son ciudadanos, por ejemplo, estadounidenses o británicos; “en muchos casos, se trata de jóvenes que llegaron a Estados Unidos cuando eran niños. Arribaron al país con sus familias tras huir de la guerra civil en Somalia a inicios de los ’90“.
Se trata de jóvenes que crecieron en Estados Unidos o Europa y que se han convertido en un problema en esas regiones. “Se teme que algunos de estos jóvenes que se han radicalizado puedan hacer algo en suelo occidental. A las autoridades occidentales les da miedo que estos jóvenes, cuya radicalización comenzó en comunidades en Occidente, puedan intentar hacer algo sin tener que ir a Somalia“, señaló Harper.