El gobierno de Rusia retiró los cargos contra las 30 personas acusadas de vandalismo por tomar parte en una protesta de Greenpeace en el Ártico, en septiembre pasado.Los 28 activistas y dos periodistas habían sido arrestados mientras realizaban un reclamo contra la explotación de petróleo en una plataforma rusa en aguas del Mar Ártico.
Inicialmente, Rusia los acusó de piratería, cargo que luego fue reemplazado por el de vandalismo, que conlleva una sentencia menor.
En noviembre, los activistas fueron liberados bajo fianza y ahora se beneficiaron de la amnistía estipulada por el presidente ruso Vladimir Putin. El mismo beneficio permitió que salieran en libertad las cantantes de la banda Pussy Riot y otros detenidos de alto perfil.
Greenpeace confirmó que tres integrantes del grupo llamado “Arctic 30” recibieron notificación de las autoridades rusas de que sus casos ya están cerrados. El resto espera la confirmación en las próximas horas, señaló la organización medioambiental.