Después de años de superávit, las cifras de los sectores público y externo muestran un fuerte deterioro. El saldo comercial ya no compensa el rojo de otros rubros.
Los superávit gemelos, que supieron ser pilar fundamental del modelo kirchnerista, se evaporaron en 2013. A su vez, aumentaron los gastos del Gobierno y se achicó el saldo comercial, mientras que el resultado de la balanza de servicios empeoró casi un 43% en los primeros nueve meses del año.
El deterioro del saldo comercial respecto del año pasado en los primeros nueve meses del 2013 fue de 23%, mientras que el resultado negativo de la balanza de servicios se incrementó casi 44%, pasando de u$s 2.695 millones a u$s 3.874 millones, según datos de la balanza de pagos dados a conocer por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) en estos días. De esta manera, el resultado de la cuenta corriente en los primeros nueve meses del año fue deficitario en u$s 2.871 millones; el año pasado había sido superavitario por u$s 696 millones.
Por otro lado, el déficit fiscal superará los $ 70.000 millones en 2013, según estiman los economistas más optimistas. Sin embargo, otros cálculos más pesimistas, como el de la Asociación Argentina de Presupuesto y Administración Financiera Pública (ASAP), marcan que el rojo será mucho más importante, en torno a los $ 110.000 millones. De enero a noviembre, el sector público acumuló un déficit primario de $ 2.581,3 millones, mientras que el déficit financiero llegó a $ 38.560 millones. Sin embargo, los resultados negativos se profundizarían en diciembre porque la mayor parte del gasto se concentra en el último mes del año con el aumento de los pagos destinados a personal y proveedores y la ejecución de las partidas que quedaron pendientes.
“La cuenta corriente dio negativa en 2011. Después, en 2012 mostró equilibrio. Y en 2013 registra una baja de casi u$s 3.000 millones”, detalló la economista del estudio Bein Marina Dal Poggetto a El Cronista.
La serie histórica revela que desde el 2003 en adelante, la cuenta corriente fue siempre positiva, hasta 2011 y 2012, cuando registró un rojo de u$s 2.173 millones y otro mínimo de u$s 57 millones, respectivamente.
Por otro lado, el resultado fiscal primario fue siempre positivo desde el 2003 en adelante hasta el 2012, cuando mostró un rojo de $ 4.944 millones. Si se tienen en cuenta los pagos de compromisos de deuda, el déficit fiscal apareció antes, a partir del 2009, y el principal responsable habría sido el aumento del gasto público.
Según un trabajo del Instituto de Estudios Económicos sobre la Realidad Argentina y Latinoamericana (IERAL), entre 2001 y 2012 el gasto público consolidado creció en promedio al 9,5% anual, cuando la economía lo hizo al 5,9%, llegando a representar el gasto público ahora un 50,2% del PBI nominal que mide el INDEC.
“Argentina pudo tener superávit en las dos cuentas porque se combinó la salida de la convertibilidad con precios internacionales favorables”, argumentó Dal Poggetto.
“Este año se registrarán déficit gemelos. El excedente del saldo comercial ya no compensa el déficit de resto de rubros de la cuenta corriente”, explicó el director de la consultora Finsoport y ex viceministro de Economía, Jorge Todesca.
En tanto, para el economista Federico Muñoz, los superávit gemelos habían operado en los primeros años de la era Kirchner como anclas de estabilidad y pilares cruciales del por entonces muy buen desempeño de la economía nacional. Sin embargo, aquellas holguras en los frentes fiscal y externo se fueron diluyendo.
“Primero, hacia 2009, se perdió el excedente de las cuentas públicas; y en este 2013 fue el resultado de la cuenta corriente externa que se hundió en terreno negativo. En consecuencia, el año que está por concluir fue el primero de la década kirchnerista en el que padecimos déficit gemelos; contingencia que se hizo sentir con crudeza en la marcha de la economía”, recalcó Muñoz en su informe de fin de año.