Un 24 de marzo con disputa por la historia. La pasada y la presente. Una vez más, el crimen se ensaña con la personas de bien. Con el trabajador, el jubilado, con cualquiera que quienes viven del crimen considere que es una presa fácil. En tanto, la justicia garanticida sigue creando un sistema ideal bajo la idea de que el bien supremo es proteger al criminal. Criminal al que considera víctima del sistema e invierte la carga colocando a la víctima como responsable de su suerte. Hoy, el asesinato de un taxista de 46 años enluta nuevamente a Mar del Plata y llena el escenario de gomas quemadas, cortes y palabras repetidas de acciones en contra del crimen que siempre, una vez más, caerán en el vacío.
Desde al asesinato de Javier Sampino, desde distintos medios y ámbitos reclamamos soluciones que no aparecen. La sangre se sigue derramando en Mar del Plata.