Se trata del E. Rubrum, capaz de resistir el elevado nivel de salinidad del Mar Muerto. Su descubrimiento permite pensar en la posibilidad de sembrar en zonas desérticas o regar con agua de mar.
Científicos israelíes, alemanes y estadounidenses han descubierto las propiedades de un hongo llamado E. Rubrum, capaz de resistir el elevado nivel de salinidad, 34.2 por ciento, del Mar Muerto.
Hace casi veinte años, investigadores de la Universidad de Haifa, al norte de Israel, ya conocían la existencia de hasta 77 clases de hongos que podían crecer en lo que hasta no hace mucho se consideraba una masa de agua incapaz de albergar ningún tipo de vida, excepto bacterias.
Después de más de una década tratando de descodificar el genoma que hacía del E. Rubrum un hongo excepcional, los científicos han anunciado esta semana que consiguieron separar la secuencia de este genoma, abriendo la posibilidad de crear superplantas que puedan resistir altos niveles de salinidad.
“Ya hemos conseguido crear este genoma en la levadura y en el Arabidopsis, una planta con un genoma muy sencillo”, aseguró a ABC, Eviatar Nevo, encargado de la investigación, profesor de la Universidad de Haifa y fundador del Instituto de la Evolución del mismo centro docente.
Cosechar en zonas desertificadas
El E. Rubrum es capaz de resistir en el Mar Muerto porque sus células pueden evitar que la sal penetre en ellas mientras el organismo está activo, en comparación con otros hongos similares en la misma masa de agua que entran en una especie de estado de hibernación en contacto con la sal. “Todavía estamos muy lejos de decir que podemos aplicar este genoma a otras plantas, pero ahora que hemos descodificado el genoma, hemos dado un paso de gigante hacia esto“, comentó Nevo.
Una de las ventajas de crear superplantas resistentes a altos niveles de salinidad es que permitirían sembrar en zonas desertificadas o regar con agua de mar. “Bajo el desierto a veces se encuentran grandes depósitos de agua salina, que podrían aprovecharse para dar de comer a poblaciones que no tienen acceso a grandes depósitos de agua potable“, aseguró Nevo, “y como las plantas también podrían resistir más tiempo sin agua, sería ideal para este tipo de zonas“.
Hongos y algas
Desde 1998, el equipo de Nevo estudia el Mar Muerto y busca formas de vida que puedan sobrevivir las condiciones extremas de semejante entorno. Además de docenas de tipos de hongos, los investigadores han descubierto varios tipos de algas que también resisten y prosperan sin problemas en la masa de agua. “Estamos estudiando todas estas algas y hongos, pero tardamos mucho tiempo porque tan solo en el E. Rubrum hemos tardado casi diez años hasta lograr descodificar el genoma“, dijo el investigador.