Una empresa sudafricana de tecnología militar sacó a la venta un dron diseñado para reprimir manifestaciones, equipado con proyectiles de de pimienta y balas de pintura.
El “Skunk Riot Contro Copter”, como se llama el dispositivo aéreo no tripulado, “está diseñado para controlar multitudes ingobernables sin poner en peligro la vida de los manifestantes ni la del personal de seguridad”, promociona la firma en su sitio web.
La empresa “Desert Wolf”, con sede en Pretoria, se describe como una compañía de innovación tecnológica que entre otras cosas desarrolla dispositivos para uso militar y de vigilancia.
El dron en cuestión está equipado con cuatro barriles de proyectiles de pintura – cada uno con capacidad de lanzar 20 disparos por segundo-, y también puede lanzar “80 bolas de pimienta por segundo, para detener a cualquier multitud”.
El dispositivo tiene una capacidad total de 4000 proyectiles y está equipado con una cámara térmica, otra cámara de video de alta definición con capacidad de grabar, sistema de telemetría, “luces estrosboscópicas”, láser cegador y altoparlantes.
Sus ocho motores le permiten cargar 45 kilos, y puede ser operado a la distancia por una sola persona, a través de un sistema que registra video y audio en tiempo real.
Hasta el momento, no han trascendido iniciativas similares en la que los dispositivos aéreos no tripulados se utilicen para el control y represión de protestas por parte de fuerzas de seguridad, aunque las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos los emplean en operativos militares en Paquistán, Afganistán e Irak.