Especialistas exigen una política integral para prevenir y erradicar hechos dramáticos, y generar conciencia. Se apunta a la responsabilidad de la Justicia. Tres casos recientes remiten al problema.
Paola Acosta fue asesinada a cuchillazos y tirada en una alcantarilla de Córdoba con su beba. Silvia Batista fue atacada a ladrillazos en la cabeza, abandonada en una zanja de La Plata y falleció tras una penosa agonía. Aylín Ramos murió tras resultar atropellada y luego aplastada con un automóvil, en una calle de la localidad rionegrina de Allen. Los autores de los hechos fueron ex parejas de las mujeres mencionadas. Y son apenas tres episodios de violencia de género, en su máxima expresión que es el femicidio, que trascendieron en las últimas horas, todos registrados en Argentina, donde esta problemática le arrebata la vida a una mujer cada 30 horas y ya es definida por expertos como una “pandemia”.
La etimología del vocablo pandemia resulta revelador, al contextualizarlo alrededor de la violencia de género: “enfermedad de todos”. Y no es nuevo, ya que la propia Organización Mundial de la Salud (OMS) lo utilizó al presentar un informe donde destacó “la necesidad de que todos los sectores se comprometan a eliminar la tolerancia de la violencia contra las mujeres y en dar apoyo a las víctimas que la experimentan”.
En ese trabajo, la OMS recopiló datos duros sobre la problemática y sus derivaciones, con eje en las muertes y lesiones, depresión, alcoholismo, infecciones sexuales y embarazos no deseados. Pero, además, aseguró en un pronóstico tan real como aterrador que 35 de cada 100 mujeres “experimentarán violencia de su pareja o fuera de ella en algún momento de sus vidas”.
Fabiana Túñez, coordinadora de la organización La Casa del Encuentro, que desde 2008 elabora estudios sobre femicidios en Argentina, sostuvo a Diario Popular que “el concepto de pandemia, vinculado a la violencia de género, es expresado en el marco de un problema que es de toda la sociedad, y de todos es también la responsabilidad de involucrarse para encontrar soluciones”.
“Los derechos se ampliaron en los últimos años, se visibilizó la problemática y tenemos herramientas legales. Pero debemos seguir reclamando por políticas públicas integrales, con un plan nacional acorde a la ley contra las violencias, y en todo esto es clave que los partidos políticos sumen este tema a sus agendas de campaña. Hace falta un Ministerio de la Mujer, una Secretaría de Estado o al menos un organismo donde estén nucleados todos los abordajes, de ayuda a las víctimas, las acciones preventivas y la concientización para erradicar este drama”, explicó Túñez.
Liliana Hendel, coordinadora de la red Internacional de Periodistas con Visión de Género en Argentina (RIPVGA), expresó en ese marco que “se habla de pandemia a raíz de todo lo que ocurre cuando se analiza a las violencias que padecen las mujeres, y observamos que en los últimos años las mujeres lograron mayor conciencia, protestan por sus derechos, ocupan nuevos espacios en la sociedad, y de ese modo el paradigma machista, patriarcal, se resiente, se resquebraja”.
“Se puede y debe hacer mucho más”
En el estudio global sobre Violencia contra la Mujer, la experta Margaret Chan, directora general de la Organización Mundial de la Salud, expresó sobre la cifra de un 35% de mujeres victimizadas que “se trata de un hallazgo que envía un mensaje poderoso: que la violencia de género es un problema de salud mundial de proporciones semejantes a una pandemia”.
“Estas formas de violencia, además de los homicidios, pueden dar lugar a problemas de salud física, mental, sexual y reproductiva y otros problemas de salud, y aumentar la vulnerabilidad al VIH”, se expresa en el trabajo.