Es en el nivel primario, según las últimas cifras que acaba de publicar el Ministerio de Educación. Desde 2003 dejaron las aulas estatales más de 300.000 chicos. Mientras tanto, las privadas siguen creciendo.
Las escuelas primarias públicas de todo el país perdieron 49.094 alumnos en un año, según las últimas cifras publicadas por el Ministerio de Educación. La cifra –de 2013– marca un nuevo récord en la caída de la matrícula de la escuela pública, una tendencia que se ha mantenido firme durante la última década. El año anterior –entre 2011 y 2012– el retroceso había sido de 45.336 chicos: hoy las primarias estatales tienen casi 100 mil alumnos menos que hace dos años.
Desde 2003, las primarias públicas perdieron 301.907 estudiantes. “Este proceso de privatización de la educación es un hecho inédito en la historia argentina. Y lo más grave es que no forma parte de la agenda política; ni siquiera se lo menciona en el Plan Nacional de Educación Obligatoria 2012-2016, que define las prioridades para estos años”, dijo a Clarín Mariano Narodowski, investigador de la Universidad Torcuato Di Tella y ex ministro de Educación de la Ciudad.
Narodowski es autor, junto a Mauro Moschetti, de la Universidad Autónoma de Barcelona, de un estudio académico de la Universidad Di Tella sobre el crecimiento de la matrícula en la educación escolar argentina 2003-2013, en el que analizan la información publicada por el Ministerio de Educación.
Mientras tanto, la escuela privada sigue absorbiendo estudiantes. Entre 2012 y 2013, las primarias privadas sumaron 9163 alumnos; en los últimos diez años acumularon un incremento de 244.482 chicos (un aumento del 26%, contra una caída del 8% en las públicas).
Las provincias que más alumnos perdieron en la primaria estatal son Catamarca (-19%), Jujuy (-18%) y Formosa (-17%); la mitad de las jurisdicciones presenta caídas mayores al 10%. Las únicas sin retrocesos fueron Santa Cruz, el interior de Buenos Aires (a diferencia del conurbano, donde la caída fue del 11%), San Juan y Tierra del Fuego. A la vez, la matrícula privada crece en todas las provincias. En 2013, las únicas jurisdicciones que sumaron alumnos en el sistema público fueron la ciudad de Buenos Aires, Santa Cruz, Neuquén y Tierra del Fuego. En las demás, el retroceso estatal se profundiza.
El fenómeno se registra desde primer grado. Allí pone el foco Alieto Guadagni, director del Centro de Estudios de la Educación Argentina: “Es grave que el éxodo más importante se registre en primer grado. En 2003 había 675 mil alumnos inscriptos en escuelas estatales, mientras que en 2013 hubo apenas 549 mil: una disminución del 19%. La matrícula privada avanza especialmente en 1° grado, que es cuando las familias deciden el tipo de escuela que prefieren”.
Entre los especialistas no hay consenso sobre las causas del avance privado. Lo cierto es que no hay ninguna evidencia de que exista una diferencia de calidad entre ambas modalidades: las evaluaciones nacionales e internacionales señalan que los alumnos de las privadas obtienen resultados de aprendizaje similares a los de las públicas.
Para Guadagni, una clave para interpretar el fenómeno es el cumplimiento de los días de clase. Detrás del pasaje a la escuela privada estaría, entre otros factores, la voluntad de los padres de “asegurar que sus hijos tengan un completo calendario escolar”. Según el especialista, “el problema es que así no se asegura la igualdad de oportunidades para los más humildes”.
Otras opiniones apuntan hacia la mejora en el poder adquisitivo de buena parte de la población a lo largo de la última década. “Es común que los países que tienen crecimiento económico experimenten una migración hacia la escuela privada”, explicó Axel Rivas en una entrevista con Clarín.
Narodowski, en tanto, apunta hacia “una caída de la imagen institucional” de los colegios estatales, que no ha sido revertida por la política educativa. Para el ex ministro, “la escuela pública debe ser ‘más pública’, con metas y evaluaciones conocidas por todos. Necesitamos un plan integral de revalorización de la educación pública”.