Aunque los competidores de Brasil se llevaron todo, los argentinos tuvieron una buena actuación en el Rip Curl Pro Argentina, que fue un verdadero éxito en Mar del Plata. Se espera que el encuentro se repita en los próximos años y que mejore aún más el nivel de competencia.
Luego de doce años sin torneos de esta magnitud, los argentinos demostraron que pueden brillar a nivel mundial. La empresa Proenter realizó una competencia top, de tres estrellas, con 86 surfistas inscriptos, 55.000 dólares en premios, una alta calidad organizativa y numerosos eventos: fiestas, bandas en vivo, DJs, desfiles, surfing nocturno, entre otros. Y los surfistas nacionales dieron la talla, en una competencia donde los brasileños fueron mayoría (43) y dominaron, como era previsible, pues son una de las tres potencias mundiales en la disciplina.
El mejor terminó siendo Marcelo Rodríguez, el hombre de 29 años nativo de Chubut pero que vive en Mar del Plata. Llegó hasta las semifinales, algo muy bueno, aunque se quedó con ganas de más. “Estoy contento con el resultado. No todos los días se llega a una semifinal de un torneo ASP. Este es mi segundo mejor resultado (fue 3º en Perú en 2010). Pero, por otro lado, me siento algo desilusionado porque estuve muy cerca en una condición de mar que me favorece y siendo local. Igual, no me quejo. Voy a subir en el ranking (de 193 a 140/145), que es mi objetivo para seguir encarando los mejores torneos que pueda en este año”, analizó.
El marplatense radicado en Brasil, Santiago Muñiz, la nueva joya nacional de 20 años, pudo haber llegado a la misma instancia. De hecho, iba primero en su serie hasta pocos segundos antes del final, cuando cometió un pecado de juventud: una interferencia a otro competidor en una ola. La penalización lo dejó sin chances de seguir avanzando. Martín Passeri, el ícono argentino, con gran vigencia a los 37 años, y Lele Usuna, otro joven con pinta de crack, avanzaron hasta los octavos. No fue poco. Argentina demostró que se puede, que hay material para esto y más.
El dominio fue brasileño, con siete de ocho semifinalistas y cuatro finalistas. El ganador fue Jihad Khodr. “Tengo que agradecer mucho a Dios“, comenzó diciendo el flamante campeón del Rip Curl Pro Argentina, el mundial que volvió a nuestro país tras doce años de ausencia de eventos tres estrellas. Nativo de Matinhos (Paraná), este muchacho de 29 años sorprendió con un mensaje de vida que fue mucho más allá del surf. “En estos días estuve conectado con la naturaleza, con nuestro creador. Creo que todos tenemos que mirar más para adentro, en el alma, y observar nuestra vida espiritual. Esto es un premio material o económico, pero también es mucho más que eso, luego de todos los problemas que pasé“, contó Jihad, cuyo nombre musulmán significa “viajero de paz”.
Desde 2009 hasta 2012, Jihad aseguraba haber tenido muchos problemas. Sólo habla de una lesión grave en el tobilllo izquierdo (“tengo cuatro clavos“, precisa), pero no detalla más que eso. Eso sí, admite haber estado “por lados negativos“. Y enseguida asegura que maduró: “uno aprende en la vida, Dios te da más oportunidades“. Su regreso al éxito no es casualidad. “Yo sabía que iba a volver y con más fuerza. La fuerza espiritual me levantó“, comenta Khodr, que con este triunfo llegó a acumular seis finales consecutivas. Aunque lo de Mar del Plata es lo máximo: título ASP, 8.000 dólares en premios y 750 puntos para el circuito mundial. Le viene muy bien a quien quiere subir en el ranking, pese a no tener sponsors.
En la final, con un descomunal score de 16.66 puntos, se impuso a tres compatriotas top. Matheus Navarro, el chico maravilla de 18 años que está en su primer año como profesional, fue segundo con 10.67 y logró 4.000 dólares y 563 puntos. David do Carmo llegó tercero, con 9.27, un premio de 2.500 dólares y 422 tantos. Marco Fernandez arribó cuarto, con 8.63, para embolsar 2.000 dólares y 369 unidades. Una ola con maniobras espectaculares y arriesgadas en un mar revuelto y grande, le dio a Jihad un puntaje de 9.35 que hizo la diferencia. “Estaba difícil, con viento, el agua un poco fría. Pero esperé mi momento y pude dejar fluir mi mejor surf”, describió. Dicen que la fe mueve montañas. Jihad es otro ejemplo de eso.
El inmejorable escenario natural de Playa Grande convocó a más de 15.000 personas en un fin de semana especial, en el marco de un certamen internacional de gran nivel, que también tuvo todos los condimentos de una gran fiesta. Después de tantos años de ausencia, Mar del Plata merecía un torneo de esta envergadura. Y la ciudad respondió de excelente manera.
Así terminó el Rip Curl Pro Argentina, un evento top que no se disputaba en el país hace doce y que consiguió un éxito rotundo, alimentando ahora la expectativa de ir por más en los dos años que quedan de contrato.