El exmandatario estaba afectado desde hace años por una enfermedad. Hace 8 meses había fallecido su esposa. Guerra del Golfo, crisis económica y la relación con la Argentina.
El expresidente de Estados Unidos George H.W. Bush, quien gobernó de 1989 a 1993 durante el final de la Guerra Fría y ganó la primera guerra del Golfo, falleció el viernes por la noche a los 94 años.
Tras el anuncio de su muerte, se multiplicaron los homenajes a este héroe de guerra condecorado y antiguo director de la CIA, que vio cómo su hijo George seguía sus pasos y llegaba a la Casa Blanca.
La muerte de Bush se produjo pocos meses después del fallecimiento de su esposa Barbara, con quien estuvo casado durante 73 años. Tienen cinco hijos y 17 nietos.
“A Jeb, Neil, Marvin, Doro y a mí nos entristece anunciar que tras 94 extraordinarios años, nuestro querido padre ha fallecido”, dijo su hijo, el también expresidente George W. Bush, en un comunicado difundido en Twitter por un portavoz de la familia.
“George H.W. Bush fue un hombre de gran carácter y el mejor padre que un hijo o una hija podría pedir”, añadió.
La familia precisó que falleció en Houston, Texas. Los detalles del funeral se anunciarán a su debido tiempo, dijo un portavoz de la familia.
Probablemente los restos mortales del 41º mandatario sean trasladados a Washington para un homenaje nacional, para ser luego enterrados en Texas, en la Biblioteca y Museo Presidencial George H.W Bush, donde este sábado se congregó un grupo de estudiantes para rendirle homenaje, según medios locales.
Desde Buenos Aires, donde asiste a la cumbre del G20, el actual presidente Donald Trump destacó el “liderazgo inquebrantable” de Bush, quien quedará en los anales de la Historia por haber decidido la participación de Estados Unidos en la liberación de Kuwait, tras la invasión de este país por las tropas del dirigente iraquí Sadam Hussein.
“Con su esencial autenticidad, agudo ingenio, y compromiso inquebrantable con la fe, la familia y el país, el presidente Bush inspiró a generaciones de compatriotas estadounidenses hacia el servicio público”, afirmó Trump en un comunicado.
“Estados Unidos perdió a un patriota y a un humilde servidor”, aseguró por su parte Barack Obama, destacando que sus acciones permitieron “reducir el flagelo de las armas nucleares y formar una amplia coalición internacional para expulsar a un dictador de Kuwait” y contribuir “a poner fin a la Guerra Fría sin un solo disparo”.
Por su parte, el último líder de la extinta Unión Soviética, Mijaíl Gorbachov, lo calificó de “un verdadero socio” en “momentos determinantes que exigían una enorme responsabilidad a cada uno”.
Del lado europeo, el presidente francés Emmanuel Macron destacó “su respaldo sin desmayo a la alianza con Europa” y la primera ministra británica Theresa May lo recordó como “un ejemplo para todos nosotros”. Bush nació el 12 de junio de 1924 en Milton, Massachusetts, en el seno de una rica dinastía política de Nueva Inglaterra. Pero dejó de lado su inevitable trayectoria política para alistarse en la Marina durante la Segunda Guerra Mundial.
Su vida
Tras pasar brevemente por la industria del petróleo, entró en el mundo de la política en las filas del Partido Republicano y en 1966 fue elegido a la Cámara de Representantes por Texas.
Su carrera se propulsó al ser nombrado director de la CIA, y más tarde fue vicepresidente de Ronald Reagan durante ocho años. Al aceptar la nominación del Partido Republicano a presidente en 1988, Bush defendió una “nación más amable”.
En materia de política internacional, defendió un “nuevo orden mundial” y consiguió expulsar a Sadam Hussein de Kuwait en una guerra de unas semanas en 1990, liderando una coalición de 32 países.
En 1992, Bush fracasó en su intento de reelección ante el demócrata Bill Clinton, y sufrió la ignominia de ser un mandatario de un solo periodo.
“Estoy profundamente agradecido por cada minuto que pasé con el presidente Bush y siempre recordaré nuestra amistad como uno de los mejores regalos de mi vida”, dijo Clinton en un comunicado.
Tras retirarse de la vida pública, Bush se centró en temas filantrópicos. Se unió a Clinton para recaudar fondos para las víctimas del tsunami asiático de 2004 y el terremoto de Haití de 2010.
En 2017, se sumó también a Clinton, Jimmy Carter, Obama y su hijo George para conseguir financiación tras el paso de un huracán en Texas.
En 2011, Obama lo condecoró con la Medalla Presidencial de la Libertad, considerado el más alto reconocimiento civil en Estados Unidos.
Cabe recordar la relación de Bush con la Argentina. En 1990 visitó el país ya con Carlos Menem en el poder y se convirtió en el primer mandatario estadounidense en hacerlo en 30 años. El vínculo entre ambos fue tan estrecho que dieron origen a la recordada calificación que le puso el excanciller Guido Di Tella, de “relaciones carnales” entre Argentina y EEUU.