En 2014 sólo se ejecutó 38% del programa para controlar inundaciones y el monto destinado a ese fin fue el más bajo desde su creación, en 2010, según las cifras oficiales bonaerenses.
Buenos Aires es la provincia con menor participación de obra pública en el gasto total, lo que explica el deterioro en términos de infraestructura que sufre el distrito y que hoy se evidencia en las inundaciones en numerosos distritos.
En esa línea, las cifras oficiales marcan que del programa “Control de Inundaciones” apenas se ejecutó el 38% de lo presupuestado en 2014, con apenas $ 79 millones destinados a tal fin, según surge de las cifras relevadas por Chequeado.com.
Desde su creación, en 2010, año tras año, se fue reduciendo la ejecución de fondos destinados al programa. Así en 2010 se ejecutó el 95% de lo presupuestado, en 2011 descendió a 94% pero con un crédito mayor ($ 258 millones), para luego caer en 2012 a 91%; al 60% en 2013 y a 38% en 2014 con el monto más bajo de fondos destinados a ese fin.
A ese descenso en términos nominales, hay que sumarle que la inflación también disminuyó en términos reales el valor de los fondos, por lo que la caída verdadera es mayor. Por otro lado, del programa de Saneamiento Hidráulico se ejecutó un 63% de los $ 186 millones presupuestados en 2014, con un incremento respecto a la ejecución de 2013 (42,8%) pero con montos similares en términos nominales ($ 117 millones versus $ 105 millones).
En tanto, también cayó la inversión en el área de desagües y drenaje, donde los fondos pasaron de representar el 0,34% del gasto total en 2011 a 0,12% en 2014, de acuerdo a los cálculos de Chequeado.com. En ese sentido, de acuerdo con cifras oficiales relevadas por Instituto De Análisis Fiscal (Iaraf), apenas 5% de las erogaciones del gobierno de Buenos Aires fueron destinadas a obra pública entre 2008 y 2013. De esta manera, Buenos Aires fue la provincia que menos porcentaje del gasto destinó a infraestructura. En esa misma línea, Santa Fe que también padece por estas horas inundaciones en su región sur, figura entre las últimas posiciones, con apenas 9% de su gasto destinado a obra pública.
Del otro lado del espectro aparecen San Luis, con 47% del gasto destinado a obra pública; Santiago del Estero con 38%; y Formosa con 30%. “La obra pública es esencial para toda gestión política porque mejora la infraestructura de las regiones e impacta en la vida de los habitantes”, advirtieron desde el Iaraf.
En ese sentido, desde el Instituto que dirige Nadin Argañaraz explicaron que la participación del gasto de capital de la provincia en el periodo 2008-2011 rondaba el 6% de las erogaciones totales, mientras que a partir de 2012 se redujo en más de 2 puntos porcentuales. Así, la obra pública de Buenos Aires representó un 3,6% del gasto total en 2014, mientras en promedio las provincias destinaron un 12%.
Datos más actualizados como los que relevó la consultora Noanomics marcaron que en el primer trimestre de 2015 apenas 2% del gasto de Buenos Aires fue para obra pública. De acuerdo con el informe, el nivel de inversión pública de las 24 provincias cae desde 2011 y sólo siete fueron las provincias que en 2014 presentaron un nivel de inversión pública superior al de 2011: Ciudad de Buenos Aires (37%); Neuquén (35%); La Rioja (29%); San Juan (21%); Misiones (15%); La Pampa (13%) y Tierra del Fuego (10%). Por el contrario, ocho provincias tuvieron montos destinados a gastos de capital muy inferiores a los de 2011: Formosa (caída de 37%); Tucumán (37% de baja); Buenos Aires (merma de 41%); Córdoba (43%); Corrientes (44%); Río Negro (49%); Santa Cruz (58%) y Mendoza (63%).