Considerado un reclutador europeo de extremistas, se jactaba de la yijad ante jóvenes musulmanes europeos como él. Llegó incluso a trasladar a Siria a su hermano de trece años.
Abdelhamid Abaaoud, presunto cerebro de los atentados de París del pasado viernes, es un yihadista originario de Bruselas de 28 años sospechoso de haber organizado desde Siria diversas acciones terroristas en Europa como responsable del autoproclamado Estado Islámico (EI) y particularmente sanguinario. Pertenece a una familia de clases acomodada y se crió en Molenbeek, el principal granero yihadista de Europa.
Abaaoud es amigo de infancia de los hermanos Abdeslam, y muy en particular de Salah, el hombre más buscado de Europa desde el domingo cuando fue identificado como organizador de los atentados de la capital francesa y miembro de uno de los comandos. Todos ellos se criaron en el distrito bruselense de Molenbeek, donde el padre de Abaaoud tenía una tienda de ropa en la calle más comercial.
Con Salah estuvo implicado en un atraco en 2010 y con el hermano de éste, Brahim -uno de los yihadistas que se suicidó con un chaleco de explosivos en París el viernes-, en otros delitos de delincuencia común, también en la capital belga en 2010 y en 2011.
En 2013 se fue de Bélgica a Siria y se llevó a su hermano de 13 años -que fue presentado como el yihadista más joven- para integrarse en una brigada del EI con jóvenes procedentes de Europa, y pronto se le encargó el reclutamiento de otros combatientes francófonos. Precisamente, el pasado julio la justicia belga le condenó en rebeldía a 20 años de cárcel en un proceso de reclutamiento de jóvenes belgas que integraban la organización en Siria.
En marzo de 2014 su cara se hizo conocida al divulgarse unos vídeos en los que conducía una camioneta que arrastraba varios cadáveres mientras hacía bromas con sus compañeros, en una zona de Siria controlada por la organización yihadista.
El 15 enero de 2015, pocos días después de los atentados de París contra “Charlie Hebdo” y contra objetivos judíos, la policía belga desmanteló en la ciudad de Verviers una red de terroristas -dos resultaron muertos en la operación- que preparaban acciones contra comisarías.
También se considera que pudo estar detrás de otros ataques de EI en Europa, y en particular en Francia: el del terrorista del tren Thalys Amsterdam-París en agosto, preparado por el marroquí Ayub El Jazzani, y el que fue abortado contra una iglesia en Villejuif, en las afueras de la capital francesa, al ser arrestado el que debía ser su ejecutor, Sid Ahmed Glam.
También se sospecha que tuvo contactos telefónicos en enero de 2014 con Mehdi Nemmouche, el atacante del Museo Judío de Bruselas el 24 de mayo de ese año, donde murieron cuatro personas.
Abaaoud, al que se situaba actualmente en Siria, había subido en el escalafón del autoproclamado EI, y fuentes de los servicios secretos europeos lo consideraban un miembro importante de sus servicios de espionaje y responsable de la preparación de ataques en el extranjero. Según «The Wall Street Journal», estaba siendo “monitorizado” por países occidentales que planeaban matarlo en un ataque aéreo pero le perdieron la pista hace unas semanas.
«Siento vergüenza por mi hijo», dijo su padre a un medio belga en enero. «¿Por qué en el nombre de Dios quiere matar a belgas inocentes? Nuestra familia le debe todo a este país».