Dos hombres resultaron baleados. Fue anoche en calle 1709 y Colombres. Hace seis meses allí fue denunciada la violenta actividad de un bunker.
Un nene de dos años murió anoche de tres balazos durante un atentado generado por un solo individuo contra una casilla precaria en un barrio ubicado en el extremo oeste de la ciudad. Los dos adultos que estaban en la vivienda terminaron heridos a tiros. Uno de ellos se encontraba en estado reservado, con un balazo en la cabeza, según confirmó un portavoz de la Unidad Regional II de forma preliminar a este diario a las 22.20 de ayer.
El niño —Santino Relo— fue derivado por una ambulancia del Sies al Hospital de Niños Víctor J. Vilela tras recibir tres impactos de bala. La directora de ese centro de salud, Viviana Esquivel, confirmó a este diario que el pequeño ingresó alrededor de las 21 con las heridas consignadas. El equipo médico le realizó los primeros auxilios pero murió durante las maniobras.
El fiscal jefe de la Unidad de Homicidios Dolosos, Adrián Spelta, estuvo en el lugar con efectivos de la comisaría 32ª a las 21. Fuentes de la pesquisa señalaron que, según testigos, el ataque lo concretó un joven de 23 años llamado José Luis A. —apodado Bebi— quien bajó de un Fiat Uno negro y se internó en un pasillo de viviendas precarias.
Cuando había transitado 50 metros, de acuerdo al relato de los testigos, abrió fuego a quemarropa contra una vivienda de chapa de nueve metros cuadrados. Allí estaban las tres personas que resultaron heridas. Luego del ataque subió al auto y se fue.
Fuentes de Fiscalía reportaron que los dos adultos heridos —José Augusto Relo (23 años) y Jorge Leandro De La Cruz (21)— permanecen en el Hospital Clemente Alvarez y su estado de salud es reservado.
Según los primeros indicios la motivación del ataque sería un ajuste de cuentas. El blanco presunto del atentado era una persona que no se cencontraba en el lugar. Según los vecinos es alguien apodado Piqui.
Violencia reiterada
El incidente se desató en un barrio ubicado en Colombres y Calle 1709, una zona cuyos vecinos reportaron a este diario vivir en una situación de hostigamiento y violencia cotidiana, con las calles copadas por soldaditos de vendedores de droga al menudeo, en una nota publicada en agosto del año pasado.
El barrio se llama Santa Clara y es una franja de la ciudad que se extiende desde avenida 27 de Febrero al 7700 (una cuadra después de Circunvalación 25 de Mayo) y cuyo límite hacia el sur es avenida Rivarola a la misma altura. No son más que una veintena de cuadras con algunos callejones identificados por un números. Una referencia territorial es el centro de salud Ernesto Che Guevara.
En el lugar exacto donde se desencandenó el violento incidente de anoche existía para agosto pasado un bunker de venta de droga. El panorama de violencia que padecía día y noche una veintena de familias asentadas en el barrio llevó a algunos vecinos a dar un paso más y denunciar la situación ante el Ministerio Público de la Acusación (MPA).