La Nación y las provincias quieren atacar el uso riesgoso de sustancias; desalentarán la tolerancia social a la marihuana.
La Casa Rosada y las provincias sellaron un acuerdo que cerrará la puerta a cualquier debate sobre el autocultivo de cannabis.
Ayer se publicó en el Boletín Oficial el decreto de emergencia en materia de adicciones. Pero más allá de esa norma, que refleja el compromiso formal alcanzado por el presidente Mauricio Macri y los gobernadores, en las reuniones de secretarios provinciales de drogas realizadas en los últimos días se consensuó que no se promoverá una legalización del cultivo de marihuana.
Entre los asistentes a esos encuentros circuló el borrador final del Plan Nacional de Reducción de la Demanda de Drogas 2016-2020, preparado por la Sedronar. Ese documento pone el foco en la tolerancia social como uno de los motivos del aumento del consumo de cannabis.
Los funcionarios que participaron de la elaboración de ese plan de reducción de la demanda de drogas argumentaron que el actual problema local de adicciones no debe ser complicado todavía más con mensajes que influyan en la aparición de nuevos consumidores. Por eso se desalentará el debate sobre el autocultivo de cannabis tanto para uso recreativo como medicinal.
Del informe que tienen los secretarios de adicciones provinciales surge que entre 2009 y 2014 se registró “un descenso sostenido del consumo de tabaco y, por otro lado, un incremento en el de marihuana” entre estudiantes de nivel medio. La causa detectada fue la alta tolerancia social al uso de esa droga.
En 2009, cuando empezó a crecer con mayor velocidad el consumo de marihuana, se conoció el llamado fallo Arriola, caso utilizado por la Corte Suprema para determinar la inconstitucionalidad de las penas por tenencia de drogas para uso personal. Si bien esa sentencia es bastante restrictiva -tomó como caso testigo la posesión de un cigarrillo con menos de un gramo de marihuana y sin ostentación-, los jóvenes parecen haber decodificado su mensaje de manera diferente.
“Hay mayor percepción de riesgo frente al consumo frecuente de alcohol, tabaco y psicofármacos que ante el uso experimental u ocasional de marihuana”, reza el informe que será la base del Plan Nacional de Reducción de la Demanda de Drogas. En él se resalta que el 55,5% de los estudiantes que consumieron marihuana lo hizo por primera vez antes de los 15 años. El problema del mercado ilegal de marihuana es que nuevos “clientes” ingresan cada año en mayor proporción que los que abandonan el consumo.
Además de dejarse de lado propuestas de autocultivo tras los acuerdos con las provincias, en la Sedronar se estudian alternativas para lanzar el año próximo fuertes campañas contra el uso de esa droga, la más consumida en el país.
La intención es que el perjuicio del consumo de marihuana quede expuesto de igual manera que el del tabaco o el paco. En esos casos bajó el consumo al activarse alarmas sobre los peligros asociados a su uso.
Las cifras sobre la marihuana aportan datos sobre la potencial adicción de los consumidores. “El 18% de los usuarios de marihuana y el 47% de los de cocaína pueden presentar signos o síntomas que indican uso compulsivo, desarrollo de tolerancia y síntomas de privación o abstinencia”, describe el informe oficial de la Sedronar.
Más del 15% de los estudiantes secundarios admitió haber consumido marihuana. Cuando la consulta fue realizada entre estudiantes de 17 años, la proporción de consumidores trepó a tres de cada diez.
Nueva encuesta
El Gobierno espera contar a mediados del próximo año con los resultados de una encuesta nacional de consumo de drogas en la población de entre 16 y 65 años. El último informe de esas características es de 2010. Ese año, más del 3% de los consultados señaló haber consumido marihuana; el 38%, en forma frecuente. En la Sedronar se espera contar con esa estadística para determinar uno de los puntos importantes de su plan: el objetivo de reducción a alcanzar en cuatro años. Ese plan tendrá metas concretas para poder medir su eficacia.
El mes pasado se dio en el Congreso un debate sobre el uso medicinal del cannabis que abrió una puerta a las posiciones en favor del autocultivo de marihuana. En la Cámara de Diputados se aprobó finalmente el uso medicinal de aceite cannábico, pero los funcionarios de la Nación y de las provincias acordaron bloquear futuros intentos de legalización del autocultivo. Sí se promoverá, una vez que el proyecto sea votado en el Senado, la importación de aceite de cannabis para asegurar su reparto público y gratuito a quienes realmente tengan necesidad de su uso validada por receta médica.