Según información exclusiva a la que accedió LA BRÚJULA 24, un testigo acusó Suris de ser el autor intelectual del crimen de Pedro Cajaravilla, un narco bahiense que era dueño del cabaret “La Morocha” en Ingeniero White. “No tengo dudas de que el homicidio fue armado por Juan”, señaló en la investigación que lleva adelante el fiscal Christian Long.
Por otro lado, el declarante –hoy con identidad protegida– habló de los supuestos contactos entre Suris y el exministro de Infraestructura de la Nación. “Juan tenía contacto con Julio De Vido. Cuando el ministro vino Bahía, Juan viajó con él en el auto y con la custodia. Yo manejé otro auto con otro parte de la escolta. Los fuimos a buscar al aeropuerto y comimos juntos. Juan estaba en la misma mesa con De Vido”.
Sobre el crimen de Cajaravilla, el testigo relata que “Juan quería sacar del medio a Pedro y quedarse con el negocio de la droga. Pero Juan no tenía huevos para hacer personalmente nada. Juan fue la cabeza y el Mendocino fue la mula”.
De acuerdo al material al que tuvo acceso LA BRÚJULA 24 de forma exclusiva, quien brinda el testimonio fue “socio” de Cajaravilla y hoy ya no vive en la ciudad por miedo. “Suris le guardaba la plata de la droga a Pedro. Juan usaba la plata de la droga para sus negocios. Juan no compraba droga ni la consumía, pero empezó a ver lo bien que andaba el negocio”.
En otro tramo de su declaración, quien declara dice que “en varias oportunidad tuvo que ir a buscar plata en cajas de vinos a una empresa del Polo Petroquímico”, pero aclara que no sabe “de qué era ese dinero”.
Sobre el mundo del narcotráfico, el hombre revela que “la droga la íbamos a comprar a una quinta del Gran Buenos Aires, donde había unos colombianos, que tenían pista de aterrizaje y una avioneta”. Y aclara que “todo el negocio empezó en 2009. La droga que vendíamos era de una calidad impresionante. Nunca vista en Bahía Blanca. Por eso nos empezó a ir muy bien en el negocio. Vendíamos a mil pesos los 10 gramos”.
El fiscal Long analiza esta declaración y otros elementos de prueba. También, en la oscura trama del crimen de Cajaravilla, aparece una posible red de encubrimiento policial que se está investigado.