Así lo indica un estudio realizado por FLENI que se convirtió en la primera encuesta masiva de hogares, la más grande sobre conocimiento de la enfermedad cerebrovascular de habla hispana realizada en el mundo.
El accidente cerebrovascular es responsable de 55 millones de muertes en el mundo por año. Se trata de una patología que puede producirse de dos maneras: ya sea porque el flujo de sangre que va al cerebro se interrumpe ( ACV isquémico) o por la ruptura de algún vaso sanguíneo en la cabeza (ACV hemorrágico).
En cualquiera de los casos, la consecuencia es la misma: la falta de oxígeno produce la muerte de las neuronas. Por eso, dependiendo del lugar donde se produzca la lesión, el paciente puede quedar con alguna discapacidad o, morir.
Si bien en la Argentina, en general, no existen datos oficiales contundentes sobre la enfermedad, la Fundación FLENI llevó a cabo un estudio a nivel nacional que se convirtió en la primera encuesta masiva de hogares sobre el conocimiento que tienen los habitantes sobre el ACV. La investigación, denominado SIFHON, y desarrollada en 13 provincias durante 2014 y 2016, reveló que el 30 por ciento de los argentinos no conoce su potencial gravedad.
Por otra parte, la mitad dijo conocer qué es un ACV y si bien para 3 de cada 4 personas encuestadas la presencia de síntomas neurológicos representaría una emergencia, la mayoría de la población no utilizaría el sistema de emergencias para trasladarse a un hospital cercano.
La encuesta fue realizada en 12.710 hogares y es la más más grande sobre conocimiento de la enfermedad cerebrovascular de habla hispana realizada en el mundo. Se distribuyó en los hogares a través de una empresa expendedora de agua y soda.
“Esta información será útil para mejorar la educación, la prevención y el tratamiento del ACV como también el establecimiento de políticas sanitarias más adecuadas en nuestro país”, destacó el Dr. Sebastián Ameriso, Jefe del Centro Integral de Neurología Vascular de la Fundación FLENI.
Aunque las primeras horas son vitales para que el paciente sea atendido e inicie un tratamiento acorde a su situación, los resultados del estudio SIFHON indican que un tercio de los encuestados desconoce que el ACV tiene un tratamiento específico.
Un problema muy frecuente
Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), 15 millones de personas sufren un ACV por año, lo que lo convierte en la primera causa de discapacidad y la segunda causa de muerte.
Se estima que cada nueve minutos una persona sufre un accidente cerebrovascular en la Argentina. Sólo una cuarta parte de ellos logra recuperarse por completo; el resto, o fallece a consecuencia del episodio o queda con secuelas que afectan seriamente su calidad de vida, como limitaciones en el habla o en la movilidad.
El estrés, el consumo de drogas y el ritmo de vida aumentan los peligros de sufrir este tipo de enfermedades, y hacen que las poblaciones afectadas sean cada vez más jóvenes.
De acuerdo con lo informado desde la Fundación Cardiológica Argentina (FCA), los síntomas más frecuentes son falta de sensación, debilidad o parálisis repentinas en la cara, el brazo o la pierna, especialmente en un lado del cuerpo. Pero, también hay que estar alerta ante la dificultad para caminar, para hablar; mareo, vértigo, pérdida de equilibrio, falta de coordinación; dolor de cabeza súbito y visión borrosa o pérdida de la visión
“Existen ciertas cuestiones a tener en cuenta para prevenirla, además de estar alerta ante los primeros signos de alarma, para poder así reducir al máximo este tipo de accidentes. En tal sentido, la mala alimentación, el tabaquismo, el sedentarismo y el estrés psicosocial, son variables que incrementan de manera exponencial el riesgo de ACV”, sostuvo la doctora Mónica Clark, directora médica de Fundación Alunco Internacional.