Así lo definió la abogada de la familia del policía Cristian Agusti luego de que se anulara el sobreseimiento de Alejandro Salaberry y que señala que debe celebrarse un juicio.
La Sala de Apelaciones 3 de Mar del Plata anuló el sobreseimiento a Alejandro Javier Salaberry por el asesinato del policía Cristian Agusti, determinando que el sobreseimiento definitivo por prescripción del tiempo de condena es nulo y que debe celebrarse un juicio.
Esta noticia ha generado una tranquilidad en la familia de Agusti que ha venido luchando incesantemente para que esto suceda sabiendo como ha sido la historia en torno a la causa y principalmente al propio Salaberry. La abogada de la familia, Dra. Adelina Martorella remarcó en la 99.9 como se desarrolló esta causa y celebró la determinación reciente de los jueces: “el año pasado vino a verme el papá de Cristian Agusti y me puso en conocimiento de determinadas circunstancias en relación a una resolución que dictó la Dra. Rosa Frende el 31 de mayo de 2019 donde sobreseyó a Salaberry por graves delitos que principalmente tuvieron a Agusti como víctima de un homicidio”.
A partir de ahí intercedieron para trata dar marcha atrás con esa decisión porque sabían que había suficiente evidencia para que esa determinación no tuviera efecto: “el 2 de agosto del año pasado promovimos un incidente de nulidad y tras oir al fiscal y la defensa, el 17 de noviembre la jueza Frende denegó nuestro pedido porque entendió que los delitos cometidos por Salaberry tenían que ser juzgados y obtener una sentencia que quedara firme. Eso significa años de proceso. Entendió que era prematuro nuestro pedido de nulidad”.
Lo cierto es que hubo varios delitos posteriores al hecho que involucró a Agusti y que expusieron a través de las distintas presentaciones judiciales. Lo que les llama la atención es la inacción de la Fiscalía General: “Salaberry desde el año 2003, cometió un derrotero de delitos que hicieron que la acción se viera interrumpida. El 24 de noviembre interpusimos una apelación contra la decisión absolutamente en soledad porque por parte de la Fiscalía General no hubo acompañamiento. En febrero de este año tuvimos una audiencia para ampliar los fundamentos de la apelación donde me acompañó el papá de Cristian Agusti y finalmente el 29 de abril, la sala 3° de nuestra Cámara de Apelación y Garantía resolvió la cuestión receptando el instituto de la cosa juzgada irrita en una sentencia sin precedentes en nuestro departamento judicial”.
El fallo es realmente una bocanada de aire fresco en un sistema judicial que nunca tiene en cuenta a la víctima: “el fallo se basó en que los delitos que cometió Salaberry antes de cumplirse el plazo para que prescriba la acción fueron varios: el uso de documentos falsos, hizo uso de una identidad falsa desde 2009 y unas amenazas agravadas en 2010 al ponerle un arma en la cabeza a un adulto mayor. Además, el último de los delitos fue un homicidio en grado de tentativa y amenazas simples en 2018”.
Toda la maniobra de uso de un nombre falso surgió justamente a partir del fallo de la Dra Frende: “utilizó el nombre de Lucas Lamas y se descubre cuando se dicta el sobreseimiento y pasa a ser noticia nacional. Las víctimas del delito cometido en el Partido de Merlo vieron por televisión a quien supuestamente era Lucas Lamas, pero en realidad era Salaberry. Lo más llamativo es que cuando en Mar del Plata se enteran de los delitos cometidos por Salaberry, nadie hizo nada, lo dejaron estar hasta la presentación de los padres de Cristian Agusti. Esto deja al descubierto varias cosas, como el conocimiento de algunos personajes de la actual DDI que tuvieron complicidad para que Salaberry siguiera libre“.
Incluso el viernes, cuando se dio a conocer este nuevo fallo, siguieron sin hacer nada concreto: “ayer ante esta circunstancia, nadie hizo nada. El viernes se notificó al fiscal Fernández Garello pero no tomó ninguna medida al respecto, para que simplemente Salaberry no vuelva a estar prófugo ante la decisión valiente de los jueces Poggeto y Paolini”.
No queda solamente en una inacción específica sino que además, puede ser que Salaberry desaparezca nuevamente: “nuestro principal miedo ahora es que se vuelva a dar a la fuga. Esta vez la impunidad no ganó la partida, dos jueces probos atendiendo los reclamos de la víctima asentaron un precedente que podrá brindar mejores soluciones a quienes sufren graves delitos”.