Investigadores crearon un papel que sirve para envolver torres y enfriar ambientes sin el uso de un refrigerante adicional, y sin requerir ningún tipo de energía extra.
El medio ambiente comenzó siendo una cuestión que preocupó a un pequeño grupo de la sociedad y que, poco a poco, logró cada vez atraer más miradas. Sin embargo, el consumo desequilibrado de energía y, especialmente, de combustibles fósiles sigue siendo predominante.
Una gran traba hasta el momento resulta ser que en muchos sectores productivos ‘lo ecológico no es eficiente’.
Por otro lado, ya se ven iniciativas de proyectos que intentan lograr revertir la ecuación y encontrar que, por lo contrario, las soluciones ecológicas son las más eficientes. Entre estos problemas, un área que tiene mucho por desarrollar es el del consumo de energía que se utiliza en aires acondicionados en los veranos. Especialmente en Argentina, donde todos los veranos se viven cortes de luz.
En este contexto, los científicos Ronggui Yang y Xiaobo Yin, de la Universidad de Colorado, en Boulder, publicaron la semana pasada en la revista especializada Science una propuesta para combatir este problema.
Los investigadores lograron crear un papel estilo ‘papel film’ que enfría edificios sin el uso de un refrigerante adicional, y sin requerir ningún tipo de energía extra para realizar este proceso. Según explica The Economist, este tipo de ‘papel film radiativo’ (que emite radiación) se puede producir con los métodos tradicionales de manufactura, por lo que su costo estaría cerca de los 50 centavos de dólar.
El enfriado radiativo utiliza el mismo principio por el cual se da el famoso ‘efecto invernadero’: La atmósfera restringe o permite el ingreso y la salida de determinados rayos según el tamaño de sus ondas. En este caso, al atravesar el papel refrigerante, las ondas de calor se convierten en ondas infrarojas que no son retenidas por la capa de ozono.
La clave del trabajo de los científicos de la Universidad de Colorado está en la disposición de micro esferas de vidrio. El calor es un proceso de intercambio de energía. Todos los objetos absorben y emiten calor constantemente, generalmente en la forma de radiación infraroja. Aquí es donde entran en juego las microesferas.
En el caso de las esferas, la longitud de la onda de la radiación que emita dependerá de su diámetro. De esta manera, se pueden producir vidrios para que cumplan con la longitud de onda que se necesita. En detalle, con un diámetro de aproximadamente ocho micrones (siendo un micrón la milésima parte de un milímetro) predomina la emisión de ondas que atraviesan la atmósfera sin problema.
De este modo, este papel sería como un filtro que genera ‘contra-efecto invernadero’, liberando el calor y dejando entrar el frío.
Como es de suponer, Dr. Yang y Dr. Yin no son los primeros en intentar manipular la radiación para controlar la temperatura. Lo particular del reciente estudio es que parecería ser un proceso rentable y ecológico.
Aún no está comprobada la viabilidad económica de esta innovación. Sin embargo, saber que en algunos lugares este campo de investigación está presente es algo importante.