El Ex Ministro de Salud de la Nación indicó en la 99.9 que no hay un flujo de vacunas constante y esto no permite “implementar un Plan de Vacunación eficiente”.
El ritmo de vacunación contra el COVID-19 es lento en Argentina y también impredecible porque el país no cuenta con dinero para ir a comprar partidas y trae lo que puede.
El ex Ministro de Salud de la Nación, Dr. Adolfo Rubinstein, indicó en la 99.9 que “lo que estamos viendo es que hay imprevisión. No hay un flujo de vacunas fluido, es como si a los manotazos consiguen distintas partidas. La ultima partida fue de Sputnik V y llegó hace 10 días pero no sabemos cuando vendrán más. Así es muy difícil implementar un Plan de Vacunación eficiente”.
Encima que hay pocas vacunas, se suman otros inconvenientes en la distribución de las mismas y casos escandalosos que atentan contra la propia campaña: “si a eso le sumamos los problemas en la operación logística que está descentralizada en todas las provincias y que cada una parece que tiene distintos criterios de asignación sin respetar los órdenes prioritarios del Ministerio de Salud, es más complejo. La distribución de vacunas no va hacia las personas de riesgo y eso hace que no lleguemos a una buena proporción vacunada de la población de riesgo que mitigue le impacto de la segunda ola”.
Con dinero en el banco, es más fácil conseguir las partidas y eso es algo que se ve reflejado, por ejemplo, en Chile: “los problema macroeconómicos de Argentina hacen mucho más difícil que se consigan pre acuerdos con las farmacéuticas y los gobiernos para tener aseguradas las dosis. Este también es un problema, son muchos factores por los que estamos retrasados”.
Lo que preocupa a Rubinstein es que esta situación derive en una relajación de la sociedad y por eso instó a que los cuidados se sigan respetando: “el aviso triunfalista de la llegada de la vacuna hizo que se abandonara el discurso de los cuidados. La vacunación iba a tomar muchos meses y la gente se relajó, sobre todo con las señales equívocas desde el velorio de Maradona en adelante. Hay que seguir guardando las conductas sociales porque no hay manera de enfrentar sino la segunda ola”.
Como miembro del radicalismo, también expresó su opinión sobre la interna radical brindandole el respaldo al marplatense Maximiliano Abad: “en Buenos Aires el radicalismo se está transformando y eso es importante. No hay otro partido que tenga la tradición de las elecciones internas. Hay un espacio, el que lidera Maxi Abad representa un nuevo liderazgo que busca que el radicalismo tenga un rol protagónico en la coalición de la oposición. Esa ambición de cambio es la que caracteriza Adelante Buenos Aires”, finalizó.