La vecina del Barrio habló en la 99.9 sobre los reiterados hechos de seguridad que padecen por una banda ubicada a dos cuadras y a pesar de las múltiples denuncias y reclamos, la policía no brinda respuesta.
La inseguridad está golpeando cotidianamente a los vecinos de distintas barriadas de Mar del Plata y en algunos casos se está volviendo algo insostenible y sin respuesta por parte de las autoridades.
En el Barrio Las Dalias, Adriana una de las vecinas, brindó su testimonio en la 99.9 cansada de padecer a una banda que vive apenas de dos cuadras de su domicilio: “desde el 13 de enero es constante la problemática. Era una zona tranquila, había algunos escruches pero vivíamos tranquilos hasta que empezaron a suceder hechos que nos preocupan muchísimo porque no encontramos respuesta de ningún lado. Hicimos todos los reclamos y denuncias correspondientes a la policía, se hicieron allanamientos pero los delincuentes que viven a dos cuadras nos tienen a maltraer”.
Parece no haber manera de frenarlos y los hechos delictivos con cada vez más graves y frecuentes: “estos delincuentes entran y salen al penal y cada vez que lo hacen, siguen robando. La esquina de Las Dalias y Godoy Cruz fue robada 5 veces en una semana, una vez robaron dos veces en la misma noche con una diferencia de dos horas”, ejemplificó.
La Comisaría N° 15 es la que tiene jurisdicción en la zona, pero no sólo no brinda respuestas, sino que hace complicado para los vecinos llegar a denunciar: “nosotros si queremos comunicarnos con la Comisaría 15 no podemos porque no tiene teléfono. Le robaron los cables hace más de un mes y el vecino no puede comunicarse. Cuando uno se dirige a la comisaría ponen un oficial en la puerta a modo de filtro. El 90% de las veces el vecino se vuelve sin hacer la denuncia porque pareciera que todo lo que pasa acá no es delito. Hay además, una escases de patrulleros impresionante porque tienen dos móviles para 4 barrios”.
Algunos vecinos, cansados de que les roben a cada rato, tomaron decisiones más extremas: “el domingo, después de los robos que sufrió esta gente, las personas que vienen a la casa porque la están reformando para venir a vivir, dejaron un sereno. Estos delincuentes trataron de ingresar nuevamente a la casa y esta persona que estaba adentro lo impidió. No teníamos intenciones de hacer esto público, pero nos sentimos muy desprotegidos”, dijo Adriana.
No sólo tienen que convivir con los robos constantes, sino que además hay violencia de los delincuentes que se manifiesta de distintas maneras: “estamos amedrentados por esta gente porque a todos los vecinos de la cuadra nos apedrean a la noche cuando pasan”.