Ocurrió en el Simposio Internacional de Enfermedad Hepática Alcohólica, que se desarrolló en la ciudad de Buenos Aires. Especialistas marcaron que hay más de 60 enfermedades que se generan por consecuencia de la ingesta.
En el Simposio Internacional de Enfermedad Hepática Alcohólica, que se desarrolló la semana pasada en la ciudad de Buenos Aires, distintos especialistas especializados en enfermedades del Hígado, alertaron que el consumo excesivo de alcohol puede contribuir al desarrollo de más de 60 enfermedades, que además atacan al sistema nervioso central y periférico y al sistema cardiovascular. También, remarcaro que se incrementa el riesgo de enfermedades psiquiátricas, disfunción sexual y cáncer de boca, faringe, laringe, esófago, hígado, colon, recto y mama.
“El exceso de alcohol representa la tercera causa de muerte prematura y discapacidad a nivel mundial. Además, es un factor influyente en accidentes de tránsito, violencia doméstica y suicidio. Decidimos poner el foco en este problema, ya que el consumo de alcohol está avalado por las costumbres sociales, pero muchas veces la comunidad ignora todo lo que puede desencadenar”, expresó el Dr. Raúl Adrover, médico hepatólogo.
Por su parte, la Dra. Beatriz Ameigeiras (MN Nº 65.328), Presidenta de la AAEEH, subrayó que ”si bien la adicción al alcohol es un problema de salud pública que sin dudas ocupa un lugar central, no debemos olvidar que incluso niveles inferiores de ingesta pueden ser muy nocivos para la salud. Por lo general, las personas no se consideran en riesgo de estar dañando su salud por esta práctica, pero lo cierto es que están haciéndolo. Aunque el consumo sea moderado, con el tiempo se generan consecuencias de gran daño”.
El consumo de alcohol provoca más de 400.000 muertes en sudamérica. Por su parte, se estima que en la Argentina entre 8.000 y 10.000 personas, mueren cada año, por enfermedades vinculadas al consumo problemático de alcohol.
Además, en el Simposio, se remarcó que quienes beben durante la adolescencia, tienen mayor propensión a consumir alcohol con un patrón de riesgo y son más vulnerables al consumo de alcohol y a sus efectos, que las personas adultas. En este sentido, se ha detectado que quienes comienzan a beber antes de los 15 años de edad tienen cuatro veces más probabilidades de convertirse en dependientes del alcohol, y casi siete veces más probabilidades de sufrir lesiones en un accidente de vehículo o una pelea física.