Una auditora las ubica con la peor utilización de flota y como las que más gastan. Sus pilotos vuelan la mitad de horas.
Aerolíneas Argentinas y Austral no sólo son las dos líneas aéreas que más dinero pierden en la región, sino que, tras haber modernizado e incrementado su flota con aviones en su mayoría alquilados, las dos líneas aéreas siguen exhibiendo los peores índices de desempeño de la región, tanto en la utilización de la flota como en la cantidad y productividad de su personal.Hay que tener en cuenta que desde su estatización, el Tesoro les transfirió casi 5.000 millones de dólares.
Cada día, los aviones de Aerolíneas vuelan una hora y media menos que sus competidores vecinos. Y sus pilotos vuelan la mitad de horas.
Los datos provienen de una auditoría interna de Aerolíneas elaborado por la consultora estadounidense Oliver Wyman: se trata de un extenso informe, de más de 200 páginas, que la firma hizo a pedido de las dos empresas que desde 2009 preside Mariano Recalde y que el martes fue revelado por el canal Todo Noticias (TN).
Llamativamente, el informe de Oliver Wyman pretende insuflar optimismo: prácticamente todos los datos son de 2014 y establecen una comparación con el año 2009, precisamente el año en que Recalde y su equipo asumieron la conducción de Aerolíneas.
Uno por uno, los ratios técnicos de 2104 arrojan mejores resultados que los de 2009, si bien el informe no consigna que durante ese lapso el Estado giró a Aerolíneas y Austral 4.400 millones de dólares (sin contar los US$ 336 millones de 2008, el primer año de la estatización).
Pero aún con esa selección “optimista” de datos, el propio informe arroja conclusiones demoledoras sobre la performance de Aerolíneas y Austral en comparación a sus competidores regionales más inmediatos: Latam (alianza entre LAN de Chile y TAM de Brasil), Gol (Brasil), Avianca (Colombia), Aeroméxico (México) y Copa (Panamá).
Los siguientes datos son un extracto del extenso reporte, con cientos de cuadros comparativos:
* Utilización de la flota: Aerolíneas y Austral tienen sus aviones en el aire 10 horas por día, por debajo de sus competidores regionales: Copa (11,1 horas por día), Gol (11,2), Aeroméxico (11,4) y Latam (11,5).
* Empleados por avión: Aerolíneas y Austral, juntas, tienen una incidencia de empleados por avión que las ubican entre las líneas más superpobladas del mundo. Según el informe de Oliver Wyman, al cierre de 2014 había 179 empleados por cada avión, por encima de cualquiera de sus competidores de la región como Latam (156), Aeroméxico (117), Avianca (116), Copa (96) y Gol (56).
* Baja productividad: según el reporte, por cada empleado de Aerolíneas, durante 2014 fueron despachados 749 pasajeros, contra 983 de Latam, 1.134 de Aeroméxico, 1.296 de Avianca, 1.312 de Copa y 2.225 de Gol.
* Pilotos: Aerolíneas y Austral tienen la mayor cantidad de pilotos por avión de la región, a un promedio de 20 por avión, contra 12,1 de Latam y 11,4 de Copa. “El actual número de pilotos debería alcanzar para cubrir la flota prevista para 2018”, dice el informe.
Si se toma lo que vuela cada piloto, la comparación es más contundente: juntos, los pilotos de Aerolíneas y Austral volaron 339 “horas block” durante 2014, la mitad de Copa (681) y Latam (696).
Si la compración se extiende a la totalidad horas block por empleado: en el caso de Aerolíneas, es de 19,3 horas por empleado, contra 23 de Avianca, 26,8 de Latam, 35,7 de Aeroméxico, 40,4 de Copa y 72,9 de Gol.
Según Oliver Wyman, este año Aerolíneas tendrá una pérdida operativa de casi 400 millones de dólares (hasta el momento, los aportes del Estado han sido de US$ 350 millones en sólo siete meses) y establece que, si se siguieran al pie de la letra sus recomendaciones para mejorar la producitvidad, Aerolíneas podría dejar de perder dinero recién en 2019.
Ese es el núcleo duro del plan, que Mariano Recalde presentó en diciembre del año pasado ante la Comisión Bicameral de Seguimimiento de las Privatizaciones.
Pero el informe de la auditora Wyman omite un dato crucial: así como establece que aplicando fuertes ajustes se podría dejar de perder dinero en cuatro años, también demuestra que ninguna de las recomendaciones y proyecciones que habían hecho en 2009 terminaron cumpliéndose.