Afirman que el FBI registró la casa de Donald Trump en busca de documentos nucleares

Fuentes consultadas por The Washington Post develaron la incógnita sobre el contenido de las cajas que fueron secuestradas por agentes durante el allanamiento en Florida.

n conjunto de personas familiarizadas con la investigación a Donald Trump reveló a The Washington Post qué información tenían parte de los documentos secuestrados por el FBI durante el allanamiento que se concretó en la residencia de Mar-a-Lago del expresidente estadounidense.

Según pudo reconstruir el medio a partir de fuentes allegadas al caso, los agentes del Buró Federal de Investigaciones decidieron irrumpir en uno de los domicilios del magnate para recuperar archivos clasificados sobre armas nucleares. Las fuentes consultadas no especificaron si contenían datos asociados al arsenal estadounidense o el de otro país.

Durante la investigación, fueron confiscadas alrededor de una docena de cajas de material. También se revisó una caja fuerte e ingresó a un área de almacenamiento cerrada con candado. La reciente búsqueda forma parte de una serie de inquisiciones contra el también empresario que empezaron en enero de 2022.

Horas antes a conocerse la información, el fiscal general Merrick Garland brindó una conferencia de prensa para disipar dudas respecto de la inspección que tuvo lugar el pasado martes -y que, según Trump, se hizo sin su permiso e incluyó los armarios de su esposa Melania-.

Garland aclaró que fue él quien había dado el visto bueno a la solicitud del Gobierno de una orden de allanamiento. También reveló que el Departamento de Justicia envió una petición a un tribunal de Florida -estado en el que se encuentra Mar-a-Lago- para que la pesquisa se hiciese publica.

Desde The Washington Post consideraron que la presencia de documentos referidos a armas nucleares podría explicar por qué el fiscal general dio un paso tan políticamente cargado de ordenar a los agentes del FBI que entraran a la casa de un expresidente, ya que recuperarlos sería visto como una prioridad de seguridad nacional.

Esta hipótesis fue apoyada por David Laufman, un exfuncionario del Departamento de Justicia. “Este tipo de información ultrasecreta probablemente haría que las autoridades trataran de actuar lo más rápido posible para recuperar documentos confidenciales. Causaría un grave daño a la seguridad de Estados Unidos”, dijo.

Y advirtió: “Si eso es cierto, sugeriría que el material que reside ilegalmente en Mar-a-Lago puede haber sido clasificado en el nivel de clasificación más alto”.

Expertos consultados insisten en que el material vinculado a esta temática es especialmente delicado y generalmente está restringido a un pequeño número de funcionarios gubernamentales. Por ende, y de caer en manos equivocados, el daño sería incalculable.

Entre las consecuencias, dar a conocer detalles sobre el arsenal del Ejército estadounidense podría proporcionar una hoja de ruta de inteligencia para los adversarios que buscan construir formas de contrarrestar esos sistemas. Y otros países estarían expuestos a conocer secretos nucleares que representarían una amenaza mundial.

Donald Trump y su obsesión por las armas nucleares

Según una reconstrucción hecha por The Guardian, el referente del Partido Republicano se jactó en varias ocasiones de tener un “gusto particular” por es este tipo de armamento. En el verano de 2017, les dijo a líderes militares que quería construir un arsenal comparable al que su gobierno tenía en la Guerra Fría. La iniciativa hubiese implicado aumentar diez veces el presupuesto de defensa estadounidense.

En Rage (”Rabia”), el libro basado en la presidencia de Trump escrito por Bob Woodward -uno de los periodistas que estuvo involucrado en la investigación por el caso Watergate-, se conoció que el exjefe de Estado amenazó públicamente con aniquilar tanto a Corea del Norte como a Afganistán. “Tenemos cosas que nunca se vieron y de las que [Vladimir] Putin y Xi [Jinping] nunca escucharon hablar. No hay nadie, lo que tenemos es increíble”, fueron las palabras de Trump.

Respecto a la información a la que tuvo acceso durante su mandato entre 2017 y 2021, estaría la versión clasificada de la Revisión de la Postura Nuclear, basado en la capacidades y políticas de Estados Unidos respecto de el uso de armas de ese calibre y bajo qué contextos estaría permitido.

También se especula con la posibilidad de que el empresario haya conservado su “galleta” nuclear, una pieza de plástico como una tarjeta de crédito con los códigos de identificación necesarios para el lanzamiento nuclear. Sin embargo, esos códigos se habrían cambiado en el momento en que Biden asumió el cargo.

El mal manejo de documentos altamente clasificados durante la era Trump

Exfuncionarios de inteligencia dijeron en entrevistas a The Washington Post que, durante la administración Trump, la información clasificada se manejaba “mal” de manera rutinaria. Incluso revelaron que muchas comunicaciones electrónicas interceptadas, como correos electrónicos y llamadas telefónicas de líderes extranjeros, terminaba en manos de personal no autorizado para leerlas.

Finalmente, precisaron también que se discutían asuntos sensibles de inteligencia en espacios públicos. En este contexto, CNN difundió días atrás imágenes que revelarían dos ocasiones en las que el expresidente habría tirado documentos por el inodoro.

El medio sostuvo que Trump rompía documentos, borradores y memorandos después de leerlos y se “burlaba” de las leyes sobre el mantenimiento de registros. De acuerdo con su reporte, el expresidente llegó a tapar varias veces los inodoros de la Casa Blanca con estos papeles.