Agentes jordanos venden armas que Estados Unidos envía a los rebeldes sirios en el mercado negro

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Miembros de la inteligencia jordana se han hecho de oro en los últimos años gracias a la venta en el mercado negro de armas enviadas por Estados Unidos y Arabia Saudí

Miembros de la inteligencia jordana se han hecho de oro en los últimos años gracias a la venta en el mercado negro de armas enviadas por Estados Unidos y Arabia Saudí para los opositores sirios que combaten al presidente Bashar Al Assad. El escándalo ha sido destapado gracias a una investigación conjunta del diario The New York Times y del canal catarí Al Jazeera que han logrado los testimonios de altos funcionarios jordanos y estadounidenses que revelan que el programa de envío de armas ha tenido que ser cancelado debido a la falta de control en Jordania.

El uso de algunas de estas armas en el ataque ocurrido en noviembre en un campo de entrenamiento de las fuerzas de seguridad situado a las afueras de Ammán ha sido la clave para desvelar el robo sistemático, según la investigación realizada por el FBI. Ocho personas perdieron la vida, entre ellas dos estadounidenses y un surafricano, cuando el capitán Anwar Abu Zeid abrió fuego contra instructores y reclutas antes de ser abatido en una operación aplaudida por los seguidores del grupo yihadista Estado Islámico (EI), que no tardaron en celebrarla en las redes sociales donde calificaron al autor del atentado de «mártir». Un ataque cargado de simbolismo ya que coincidió con el día del décimo aniversario de los atentados de Al Qaeda contra hoteles de lujo en Ammán, en los que hubo 57 muertos. Las fuentes consultadas aseguraron que los investigadores descubrieron que las armas del tiroteo procedían del programa para armar a los rebeldes sirios por sus números de serie.

Jordania forma parte de la alianza que lidera el presidente Barack Obama contra el EI en Siria e Irak y, además de servir de campo de entrenamiento de miles de opositores, sus bases están abiertas a los cazas que participan en los bombardeos diarios contra el califato. El país juega un papel clave en la operación debido a su situación estratégica como aliado de Occidente y vecino de los dos países que albergan el califato.

Los investigadores desconocen el paradero actual de los lanzagranadas, morteros, fusiles de asalto Kalashnikov, etc, que han dejado millones de dólares en los bolsillos de unos oficiales jordanos que han empleado el dinero en la compra de coches todoterreno, teléfonos de última generación y otros artículos de lujo, según desvelaron fuentes jordanas a los dos medios de comunicación. Clientes no faltan en una región con una gran diversidad de grupos armados, entre ellos el EI, autor de ataques como el que costó la vida a seis agentes de Fronteras jordanos tras la explosión hace una semana de un camión bomba en el puesto de la zona de Rukban, a menos de 10 kilómetros de la triple frontera entre Jordania, Siria e Irak.

El secretario de Estado para la Comunicación, Mohammad H. al Momani, negó las acusaciones y afirmó que es “absolutamente incorrecto” que agentes de Inteligencia de su país robaran las armas. Momani añadió que “las armas de nuestras instituciones de seguridad están convenientemente registradas, con la mayor disciplina”. Una afirmación que no comparten los estadounidenses que han decidido cancelar el envío de armas a través de Jordania para la oposición armada siria.