Un informe de The New York Times asegura que se trata de un documento interno del Vaticano.
A pocos días de que se inicie una cumbre inédita de religiosos de todo el mundo convocada por el papa Francisco para tratar el escándalo de los abusos sexuales en la Iglesia católica, el Vaticano reveló que cuenta con reglas secretas para aquellos sacerdotes que, pese a la obligación del celibato, tienen hijos.
Según un informe publicado por The New York Times, Vincent Doyle, un hombre cuyo padre era un sacerdote católico, confirmó que pudo ver este particular documento y aseguró que “hay chicos por todas partes”.
El flamante portavoz de la Santa Sede, Alessandro Gisotti, le dio impulso a la información al decir: “Puedo asegurar que estas directrices existen. Es un documento interno”.
Además, habló sobre otro documento interno de 2017 que sintetiza los procedimientos y que tiene como “principio fundamental la protección del niño”.
Esa directriz, aclaró, “solicita” que el señalado abandone el sacerdocio para “asumir sus responsabilidades como padre y dedicarse exclusivamente al niño”.
Los hijos de religiosos tienen varios orígenes: algunos son fruto de relaciones entre sacerdotes y laicas o monjas, pero otros provienen de violaciones. Y si bien no hay números oficiales de cuántos bebés nacieron de padres curas, Doyle lidera un grupo de apoyo, Coping International, que cuenta con 50 mil integrantes en 175 países.
La opinión del Papa. Hay pocos comentarios al respecto del Papa. En su libro de 2010 “El cielo y la tierra”, que escribió cuando era el arzobispo de Buenos Aires, Francisco dice que un sacerdote que en un momento de pasión viola un voto de celibato podría potencialmente permanecer en el ministerio, pero quien engendra un hijo no.
“La ley natural precede a su derecho como sacerdote”, asegura en el texto y agrega que la primera responsabilidad de un sacerdote sería con su hijo: “Debe abandonar su ministerio sacerdotal y cuidarlo”, lo que está el línea con la directriz hasta ahora desconocida.
De manera oficial, la Iglesia católica requiere que los sacerdotes mantengan una vida de celibato absteniéndose de cualquier tipo de actividad sexual. Sin embargo, las revelaciones escandalosas de los últimos tiempos confirmaron que esta práctica no es en realidad un hecho, que los votos se rompen.
Abusos. Francisco convocó esta semana a todos los presidentes de las conferencias episcopales para una cumbre sobre los abusos sexuales a menores en la Iglesia, un fenómeno que considera un “desafío urgente” para la institución eclesiástica.
De este modo el Papa expuso no sólo la gravedad sino su preocupación por un escándalo que golpea la credibilidad de la Iglesia en todo el mundo.
El encuentro es el primero de este tipo y se llevará a cabo desde este jueves y hasta el domingo en El Vaticano.
“El primer paso debe ser reconocer la verdad de lo que ha sucedido”, subrayó Francisco en la misiva en la que exhortaba a los participantes a prepararse para el evento celebrando reuniones personales con víctimas de abusos sexuales cometidos por miembros del clero.
Desde que estallaron los primeros escándalos hace unos 35 años, la jerarquía de la Iglesia católica tomó una serie de medidas preventivas, adoptó leyes, pidió perdón y lanzó condenas, pero sin lograr que desaparezca la llamada “cultura del encubrimiento”.
Consciente de las expectativas que genera la reunión, el Pontífice reconoció que “el problema del abuso continuará” y, casi en tono psicoanalítico, dijo que la batalla se inicia al tomar conciencia del fenómeno.