El escritor Agustín De Beitía habló en la 99.9 sobre el libro “El Otro Infierno” que co-escribió con Jorge Martínez y donde cuentan historias de víctimas de la guerrilla: “hicimos un intento por rescatar las historias que fueron olvidadas con el fin de ocultar una parte de la década del 70”.
Las historias al torno de la última dictadura militar son muchas, pero dos autores en particular pusieron el acento en una parte que creyeron olvidada, incluso con cierta intención. Uno de ellos es Agustín De Beitía que habló en la 99.9 sobre “El Otro Infierno” y remarcó que “es un libro que escribimos con Jorge Martínez en un intento por rescatar las historias de víctimas de la guerrilla que fueron olvidadas por ocultar una parte de la historia de la década del 70”.
Luego detalló que “son 10 historias del 73 al 76, pero la mayoría fueron en el 74 con pleno gobierno democrático. Hay víctimas militares, civiles, un ingeniero, dos profesores católicos, está también la explosión de un ómnibus policial en Rosario ya con el gobierno militar. Es un fresco de la época”.
Lo que tienen en claro es que trataron deliberadamente de que este tipo de historias no se dieran a conocer, buscando ocultar una parte de la historia. “Hubo un intento por tomar el poder, pero a partir del 83 se transformó en una suerte de guerra cultural, un intento por borrar una parte de esa historia, reescribirla. Una camarilla de gobernantes deciden que algo no ocurrió y eso no ocurrió”.
Entre los relatos, aparece la función que cumplió por aquellos años la Iglesia Católica y de Beitía se refirió al tema: “el fenómeno de los curas tercermundistas arrastró a muchos jóvenes que se vieron tentados por un activismo social que fue manipulado y llevado a vaciar su contenido. El fenómeno marxista en la iglesia católica fue muy grande, era un momento de muchísima confusión ideológica y espíritual que continúa hasta el presente”.
No fue fácil llevar adelante la tarea, pero más difícil aún fue presentar el libro en algunas ciudades: “en Salta trataron de frenar la presentación, pero la pudimos hacer igual. Fue un escrache de un grupo de HIJOS y se manifestaron de una forma intimidatoria, hubo bombas de olor, arrojando huevos, hubo incidentes y personas golpeadas”, recordó el autor.
Sin embargo, siguen adelante en la idea de que estas historias lleguen a todos los argentinos: “víctimas son todas y nosotros decimos que recordar un dolor no impugna otros dolores, lo que pasa que de ese otro dolor se escribieron muchísimas páginas y de lo que nosotros escribimos, no”, diferenció.