La Legislatura bonaerense finalmente no tratará el proyecto de ley de turf enviado por María Eugenia Vidal que apuntaba a eliminar progresivamente los aportes estatales a la actividad hípica.
Así se acordó ayer en el marco de un encuentro que mantuvieron legisladores del oficialismo y del massismo con representantes de los distintos sectores del turf.
“Tal como vino, no va a salir”, dijo ayer fuera de micrófono uno de los asistentes al encuentro sobre el proyecto que se había instalado en el centro de una fuerte polémica porque significaba un duro golpe para las finanzas de la actividad, desde donde venían advirtiendo por el peligro de la continuidad de las fuentes laborales si avanzaba.
Del encuentro participaron el presidente de la Cámara baja, Manuel Mosca, los diputados oficialistas Marcelo Daletto, Eduardo Barragán y Fernando Pérez y los massistas Rubén Eslaiman y Jorge D’Onofrio, junto a asociaciones representantes de la industria del turf bonaerense.
Aunque no hubo anuncio oficial, las declaraciones posteriores al encuentro dejaron clara la decisión del oficialismo de no avanzar con un proyecto que se había instalado en el centro de una fuerte polémica. “Ponernos de acuerdo significa cuidar mejor los recursos de los bonaerenses que son escasos y tienen que llegar a quienes más lo necesitan, y cuidar una actividad que tiene potencial para auto sustentarse para lo cual tenemos que trabajar en lograr que ese tránsito sea paulatino y lo menos traumático posible”, dijo Mosca.
En tanto, el secretario general del Sindicato del Turf, Eduardo Ferro, destacó el gesto del Ejecutivo y del oficialismo en Diputados.
El proyecto impulsado por Vidal planteaba, en su aspecto central, eliminar pogresivamente los aportes que reciben los cinco hipódromos de la Provincia provenientes del Fondo del Juego, que a su vez se compone con un porcentaje de la recaudación de las tragamonedas.
Este año, esos aportes alcanzaron unos 900 millones de pesos, equivalentes al 9 por ciento del Fondo del Juego. La iniciativa planteaba eliminar a razón de 1 punto por bimestre hasta que el Estado deje de aportar a la actividad del turf, que a su vez debía encontrar en esos 18 meses fuentes alternativas de financiamiento, como la venta de los derechos de televisación y las apuestas on line.
En seguida, la propuesta generó una oleada de reclamos en diversos puntos de la Provincia pero especialmente en las dos plazas hípicas más fuertes: La Plata y San Isidro.
Cambiemos logró imponer la mayoría en el Senado y aprobarlo pero no pudo conseguir consenso en la Cámara de Diputados, donde el proyecto había quedado frenado.
Ahora, el acuerdo alcanzado implica congelar el proyecto tal cual vino y avanzar en la discusión de uno nuevo, aunque sin plazos, que también proponga ir hacia un esquema de autofinanciamiento por parte de la actividad, aunque, se estima, con plazos diferentes a los de la propuesta original de Vidal.