En su discurso semanal televisado, el chiíta Al Maliki dio la bienvenida a los miembros arrepentidos de los grupos sunítas, pero rechazó hacer lo propio con los terroristas del ahora denominado Estado Islámico (EI), que integra también la ofensiva suní que avanza hacia Bagdad.
Para Al Maliki, el reciente anuncio de la creación de un califato islámico en zonas de Iraq y Siria por parte del líder del EI, Abu Bakr al Bagdadi, representa una “amenaza” para los países de la zona.
Además, el jefe de gobierno en funciones pidió a los dirigentes kurdos no sacar provecho del conflicto que atraviesa el país para avanzar en sus aspiraciones secesionistas.
Al Maliki también lamentó el fracaso de ayer del Parlamento al momento de elegir a su presidente por falta de quórum, paso previo al nombramiento del nuevo presidente de la República -en sustitución de Yalal Talibani- y de la creación de un nuevo Ejecutivo.