Los hechos habrían ocurrido en Pakistán, a cuyos servicios secretos también involucran en los ataques.
«Recientemente, ha surgido una ola atroz de asesinatos contra eruditos islámicos en Pakistán; el notorio grupo Daesh (Estado Islámico, Isis) se ha atribuido la responsabilidad del martirio de varios eruditos. Sin embargo, la realidad es que, ya sea que Daesh acepte la responsabilidad o no, los cerebros detrás de estos crímenes atroces son las agencias de inteligencia, desde los Estados Unidos hasta su aliado de primera línea, Pakistán». Así lo asegura Al Qaeda a treaves de su canal Al Sahab Media.
«El objetivo de estas agencias de inteligencia –afirma en un comunicado publicado en sus redes– es suprimir las voces de la verdad, intimidar y silenciar a los eruditos y predicadores justos del Islam que enarbolan la bandera de la verdad. Desde la CIA hasta el ISI (Servicio Secreto de Pakistán), el propósito de tales crímenes es difamar a los muyahidines del Islam y crear discordia entre los eruditos, los predicadores religiosos y los muyahidines atribuyéndoles falsamente tales actos criminales».
Asegura que «los eruditos verídicos son los herederos de los Profetas, como se afirma en los nobles hadices del Profeta. El acto de asesinar y martirizar a los Profetas fue un rasgo vil y satánico de los malditos judíos. En el pasado, estas mismas agencias de inteligencia han estado involucradas en el martirio de renombrados eruditos islámicos, desde el Mufti Nizamuddin Shamzai en Karachi hasta el Sheij Abdullah Zakiri, un distinguido erudito y líder del Emirato Islámico de Afganistán».
Las dos bandas yihadistas combaten en distintas partes del mundo por la supremacía del yihadismo. Al Qaeda no perdona que Isis se desgajara de ellos y que, en el terreno mediático, haya alcanzado una mayor relevancia gracias a un consolidado aparato de propaganda. En cualquier caso, los de Al Qaeda olvidan cuál fue la agencia internacional de inteligencia que les ayudó a exspulsar a los rusos de Afganitán, en tiempos de Osama Bin Laden.