El franco uruguayo habló en la 99.9 sobre su experiencia viviendo en ese país donde ha ido incrementando la segregación de algunos sectores de la sociedad y dio las explicaciones.
La situación en Francia no tiene una sola explicación que pasa por uno o dos factores puntuales, sino que por el contrario es un tema complejo y de muchos años.
El director de Grupo Radar, una consultora uruguaya que se dedica a la investigación de mercados, social y de opinión pública, Alain Mizrahi es uruguayo pero nació en tierras francesas y vivió allí por lo que explicó en la 99.9 desde su experiencia lo que está sucediendo: “tengo un profundo amor y respeto por Francia porque viví siete años ahí. Mi padre nació en Francia y mis abuelos que venían del imperio otomano emigraron a Francia en 1920 y vivieron allí hasta los 50. Sufrieron persecuciones durante la segunda guerra mundial por ser judíos. Fueron 3 generaciones de mi familia que vivieron allí, tengo la ciudadanía francesa incluso”.
Respecto de la razón de los incidentes que se dieron luego de la muerte de Nael indicó que “es un cúmulo de factores los que pesan y es imposible determinar cuál lo hace de mayor o menor manera. El fenómeno es multicausal, viene de muy lejos y es imposible explicarlo de manera simple. La situación siempre se politiza y partidiza aprovechando esta situación para acercar agua a su molino con explicaciones simplistas. Se me ocurrió la imagen de una garrafa de gas abierta y cualquiera que acerque un fósforo, hace explotar todo. Eso pasa todo el tiempo”.
No es la primera vez que ocurre y Mizrahi indicó que tampoco será la última: “en 1986 viviendo en Francia sucedió lo mismo, luego en 2005 y volverá a ocurrir. Los factores que se juntan son una pauperización de los suburbios de las grandes ciudades como París, Lyon y Marsella. En esos lugares, hay muchos inmigrantes, hijos y nietos de inmigrantes que vienen de África de Norte en gran parte. Otros vienen de España, Portugal o Ucrania que son blancos de origen cristiano. Los otros son morochos y además, son musulmanes. Tienen una cultura, religión e historia completamente distinta a los europeos por lo que se produce un choque cultural”.
Para el francouruguayo, tendría que haber una integración desde temprana edad para que no se sientan tan segregados: “eso hay que resolverlo desde las escuelas juntando a los niños franceses con los inmigrantes de África o Medio Oriente, sino generas una segregación desde la infancia. Hoy tenes jóvenes que provocan estos desmanes, tienen la nacionalidad francesa pero no se sienten franceses porque jamás los integraron y tienen un profundo resentimiento contra las instituciones”.
El caso de Nael fue el detonante pero no es tampoco el único que se ha dado en Francia: “hechos de personas que fueron muertas por disparos de la policía fueron 13 en el último año y el segundo en lo que va del año. Lo mismo podría haber pasado en cualquiera de estos hechos. El problema del delito de porte de cara existe en todas partes”.
Por último, Mizrahi agregó otro dato que puede resultar importante en el análisis y que tiene consecuencias incluso a futuro: “hay un elemento nuevo que es la predica de los fundamentalistas radicales islámicos. Para ellos, estos eventos son oro en polvo, aprovechan para reclutar y adoctrinar a estos jóvenes que se sienten desamparados. Francia es el país de occidente que más combatientes aportó a Estado Islámico”.