Así lo afirmó uno de los socios fundadores del Laboratorio Gihon de Mar del Plata que se encargará de producir alimentos con valor agregado del descarte de langostino: “a partir de los exoesqueletos se pueden hacer productos biopolímeros, que son elementos muy buscados para reemplazar los polímeros”, explicó.
El Laboratorio Gihon junto con una empresa pesquera como Veraz y el INTI, están trabajando en hacer que los residuos de la pesca de langostino puedan ser utilizados para generar alimentos con valor agregado. Uno de los socios fundadores de Gihon, Alberto Chevalier habló al respecto en la 99.9 indicando que “es un proyecto que parte de la línea de investigación de nuestro laboratorio. Propone una vinculación pública-privada para que el residuo del langostino que se descarta de una manera poco apropiada considerandola como basura, sea trabajado”.
La materia prima que necesitan, abunda en el Mar Argentino por la pesca de este recurso y es el primer gran paso: “tenemos que conseguir el residuo que se pesca principalmente en el sur argentino. Del descarte se puede obtener un producto de valor agregado, que se puede reconvertir para utilizarse en muchos campos de acción. A partir de los exoesqueletos se pueden hacer productos biopolímeros, que son elementos muy buscados para reemplazar los polímeros”, aclaró sobre las futuras utilizaciones.
Lo que van a realizar con el langostino se puede implementar en otras áreas donde el país no debe exportar los recursos: “en Argentina tenemos capacidad de darle valor agregado a distintos productos para generar una economía más sustentable. Nuestra empresa es conocida en todo el mundo y como somos exportadores nos conocen más en el exterior que en Mar del Plata”, casi como un dogma que se repite habitualmente.
Por último, Chevalier destacó la necesidad de que los costos de logística disminuyan para hacer la industria más competitiva: “la locomotora de la biosustentabilidad viene de otros países, aunque Argentina tiene protagonismos en algunos sectores. Hay que arreglar la parte logística porque a veces es más caro traer un camión desde el sur que si traigo un cargamento desde Europa”, comparó.