El economista y analista internacional Alberto Ruskolekier analizó en la 99.9 la estrategia geopolítica norteamericana en la región, el rol del régimen venezolano y la creciente presencia de China en América Latina y en la Argentina.

El economista y analista internacional Alberto Ruskolekier afirmó en diálogo con la 99.9 que la reciente ofensiva política y militar de Estados Unidos en torno a Venezuela y Sudamérica responde a un intento de recuperar presencia estratégica frente al avance chino en la región. “El régimen que existe en Venezuela es ilegal; Nicolás Maduro está usurpando el cargo de presidente y las actas demostraron que el verdadero ganador fue Edmundo González Urrutia”, indicó.
Ruskolekier explicó que, más allá de la situación institucional venezolana, “Washington busca reposicionar su hegemonía en el continente, que había caído en los últimos años”, en un contexto de competencia global con China. “El interés norteamericano se reactiva no sólo por Venezuela, que tiene las mayores reservas de petróleo del mundo, sino también por la pulseada geopolítica. China tiene una política de largo plazo, con los BRICS, la Ruta de la Seda y una fuerte inserción financiera y comercial en América Latina, incluso en Argentina”, remarcó.
En ese sentido, señaló que “China es hoy el principal socio comercial de la Argentina, desplazando a Brasil, y mantiene un swap de monedas por 18.000 millones de dólares, además de haber instalado una base espacial en Neuquén y buscar controlar la hidrovía Paraná-Paraguay”. Según el economista, “Estados Unidos ve con preocupación esa influencia y pretende volver a tener una presencia importante, en un marco de cooperación con el gobierno de Javier Milei”.
Ruskolekier sostuvo que la política norteamericana hacia Sudamérica se articula sobre tres ejes: narcotráfico, terrorismo y competencia geopolítica. “Argentina es un punto clave de observación por su historia con los atentados terroristas de los años noventa y por la situación en la triple frontera, donde operan grupos vinculados a Hezbollah con financiamiento iraní”, explicó.
Consultado sobre el vínculo bilateral, el analista consideró que “hubo una mirada distante de Estados Unidos hacia los gobiernos peronistas, especialmente por decisiones que afectaron la confianza mutua, como el pacto con Irán o el episodio protagonizado por el ex canciller Héctor Timerman al intervenir un avión militar estadounidense”. Sin embargo, destacó que “la actual administración busca recomponer una relación sólida, porque más allá de las simpatías personales, el interés norteamericano en Argentina responde a razones estratégicas”.
“Estados Unidos quiere volver a tener una presencia muy importante en Sudamérica, y lo ha dicho claramente Donald Trump. Lo que estamos viendo no es casualidad, sino parte de una reconfiguración global donde el continente vuelve a tener peso específico en la agenda de Washington”, concluyó Ruskolekier.