Alejandra Torres: “La reforma laboral tiene cosas muy buenas, pero sigue sin mirar a las Mini PYMES”

La diputada nacional analizó en la 99.9 el proyecto de modernización laboral que podría marcar un hito histórico en la Argentina. Valoró los avances en relaciones individuales de trabajo, advirtió sobre los riesgos de una negociación colectiva pensada para grandes empresas y reclamó reglas que permitan formalizar empleo en las pequeñas y medianas unidades productivas.

En diálogo con la 99.9, la diputada nacional Alejandra Torres sostuvo que la discusión sobre la reforma laboral “es una reflexión que la Argentina se debe desde hace décadas” y remarcó que la modernización del sistema de trabajo “tiene lógica si uno mira el contexto global, internacional y los avances de la tecnología”. En ese marco, afirmó que el proyecto impulsado por el Poder Ejecutivo presenta “varias aristas” y que, desde su mirada como abogada y legisladora, “tiene cosas muy buenas y otras que dejan pensando y reflexionando”.

Torres destacó especialmente el capítulo vinculado a las relaciones individuales de trabajo, al señalar que “evita discrecionalidades que eran motivo de discusión judicial y de litigiosidad”, una situación que —advirtió— “genera mucho daño desde el punto de vista económico a los empleadores, que son los que generan empleo, especialmente en las pequeñas y medianas empresas”. En esa línea, subrayó la importancia de clarificar cuándo existe una relación laboral y cuándo no, ya que “eso genera muchísimo litigio”.

La diputada puso el foco en el tratamiento del trabajo en plataformas digitales y recordó que “ya hay informes del Banco Mundial que abordan específicamente a los empleados de plataforma”, donde se establece que la legislación aplicable es la civil “en la medida en que no haya subordinación técnica ni económica”. Para Torres, ese reconocimiento “es un tema que hace a la modernidad” y aporta previsibilidad a un universo laboral en expansión.

Sin embargo, marcó reparos sobre el capítulo de negociación colectiva, al señalar que “me deja gusto a poco” porque está pensado desde la lógica de las grandes empresas. “Una PYME o una MINIPYME, con menos de diez trabajadores, no funciona con los mismos parámetros que una gran compañía. Muchas veces aplicar convenios colectivos de actividad firmados por cúpulas empresarias y sindicales no tiene ningún realismo para ese tipo de empresas”, explicó.

En ese sentido, consideró que para las unidades productivas más pequeñas “deberíamos dejar libre que la regulación de sus relaciones se rija por la ley de contrato de trabajo madre”, que ya establece principios y garantías para empleadores y trabajadores. “Los convenios colectivos suelen estar por encima de ese piso legal y muchas veces no tienen nada que ver con la realidad de las MINIPYMES”, remarcó, al ejemplificar con las categorías laborales y la polifuncionalidad típica de las empresas chicas.

Torres también relativizó la presentación del banco de horas como una novedad absoluta. “Estos acuerdos existen desde siempre en las pequeñas empresas: son arreglos cotidianos entre el empleador y el trabajador para poder subsistir”, afirmó, y sostuvo que la reforma, tal como está planteada, “no va a generar empleo por sí misma”. A su criterio, el verdadero impacto estaría en “permitir la formalización”, ya que “más del 42% de los trabajadores son informales y el 80% está en pequeñas empresas, donde todo se acuerda de palabra”.

Finalmente, la diputada llamó a una discusión más profunda y seria, tanto sobre el funcionamiento de la justicia laboral como sobre las prácticas legislativas. “No está bueno que te presenten las cosas de la noche a la mañana. Para estudiar un proyecto hay que mirar antecedentes y analizar consecuencias, eso lleva tiempo”, afirmó. Y concluyó con una advertencia: “Si creemos que los que estamos sentados en una banca solo levantamos la mano cuando nos ordenan, eso no es digno ni para el Congreso ni para quienes quieren hacer las cosas bien”.