El abogado Alejandro Batista dio su visión en la 99.9 sobre la llegada de Uber al país y el debate que genera para que los servicios de taxis deban adaptarse para brindar un servicio más competitivo. “Hay que imaginar otras alternativas para competir con precio y calidad en materia de transporte”, señaló.
La llegada de Uber al país abrió una nueva polémica social que se ve reflejada en la protesta de los taxistas, principales afectados por lo que ofrece la empresa a través de su aplicación. El abogado Alejandro Batista realizó en la 99.9 un análisis de los aspectos de los cuáles no se hablan demasiado en la opinión pública.
En principio, destacó que “definir a Uber como una empresa de transporte es quedarse corto y errar el análisis. Es la gran característica de estas problemáticas porque no encajan en las categorías tradicionales. Es la convergencia que permite la tecnología”. La definición que agregó en este caso fue que se trata de un sistema de “economía colaborativa”: “la cuestión que está detrás es que dos particulares se organicen, como dos padres para llevar a sus hijos al colegio, ahora está ligado a la tecnología. Se llama economía colaborativa que hace referencia a distintas situaciones donde se posibilita es que la gente se ponga en contacto directamente. Uber hace eso y tiene una rentabilidad por hacerlo”.
Uber ha tenido incursiones similares en distintas ciudades del mundo lo que ha llevado a que se produzcan importantes ganancias a partir del momento en el cuál logra convivir con el sistema anterior. “Es una empresa muy importante con presencia en casi 400 ciudades en el mundo, ha crecido mucho y está valorada en miles de millones de dólares. Uber tiene otra característica como empresa tecnológica y es que se adaptan. En todas las ciudades comenzaron como lo hicieron en Argentina. En algunos lugares como España y Alemania tuvieron que retirarse momentáneamente y luego volvieron. Se abrió la discusión y han tenido que cumplir con ciertas normas del país. En muchos lugares están conviviendo con los taxis locales. No hay una sola realidad, sino múltiples realidades”, advirtió Batista.
Ahora se tendrá que trabajar en alternativas para que convivan los dos sistemas y por ese lugar pasa el principal desafío de la llegada de Uber: “lo que está haciendo un sector de los taxistas con la Universidad es una salida. Hay que imaginar otras alternativas para competir con precio y calidad en materia de transporte”. Entre los reclamos de los taxistas está la posibilidad de igualar la carga impositiva que hoy es bastante grande, a una aplicación que no paga la misma cantidad de impuestos. “Otro de los temas a discutir son los impuestos que tiene el esquema de funcionamiento de las licencias de taxis porque quedan en desigualdad de condiciones los que están dentro de un sistema y los que están en otro. Los taxistas también deben innovar para mantener la competitividad del servicio”.
Lo cierto es que las estrategias conflictivas le terminan sirviendo como marketing a Uber para llegar a cualquiera de las ciudades donde se hizo presente. “Ocupan un espacio que las legislaciones no tienen definido. Pueden empezar a operar y lo hacen, generando estas reacciones. Es lo que mejor le sienta a la empresa por una cuestión de publicidad. Las primeras reacciones generan un efecto contrario. Los cortes en Capital Federal generaron casi 100.000 descargas de la aplicación ese día”, ejemplificó Batista.