Así lo aseguró el abogado al hablar en la 99.9 sobre la forma en la que el gobierno nacional está manejando algunos temas muy sensibles. Además, explicó porque decidió afiliarse a Juntos por el Cambio.
El abogado Alejandro Fargosi se ha afiliado a Juntos por el Cambio en respaldo a la tarea de Patricia Bullrich y desde su óptica también aportar cuestiones centrales para la relación de la política con la justicia en nuestro país.
A través de la 99.9, el letrado explicó el por qué de su decisión: “creo en las afiliaciones, es una manera de actuar en política, dándole volumen a la gente en la que uno cree. Me afilié al radicalismo a los 18 años y luego me desafilié a fines de los 90 para sumarme al partido de Patricia Bullrich que era Unión por Todos. Ahora, me había alejado de las afiliaciones cuando estuve en el Consejo de la Magistratura porque está prohibido estar afiliado. Me quedé como flotando por el costado de la política partidista pero identificándome con Patricia y con Pichetto”.
Es una situación social particular porque el gobierno nacional está violando derechos básicos que están asegurados en la Constitución Nacional con total impunidad y parece que nadie lo advierte: “el Congreso decide postergar 10 años un desalojo y eso le dice al propietario que no tiene derecho de defender lo que le es propio. Es como expropiar Cromañón con plata que debiera destinarse a otro lugar. La Constitución dice que la propiedad es inviolable, no se puede decir más claro. Ahora están luchando por esa absurda Ley de Humedales en vez de comprar aviones hidrantes porque los incendios no se apagan quitandole el derecho de propiedad a la gente, sino apagando los incendios. Esa teoría que el estado puede administrar mejor que uno mismo la propiedad, es una demostración de que ya somos la Unión Soviética”.
Respecto de la reunión del presidente Alberto Fernández con los mapuchistas en el sur en medio de una escalada de usurpaciones violentas, Fargosi opinó que “no se si llega a traición a la patria, pero como mínimo es incumplimiento de los deberes de funcionario público, que es un delito. Su función es defender a los argentinos y no a un grupo de delincuentes que ni siquiera aceptan la validez de la ley argentina. En el fondo, son como Cristina Fernández”.
La inflexibilidad en estos temas no tendría siquiera que estar en discusión, pero por el contrario se promueve: “no podemos permitir que nos manoteen un pedazo de territorio. Es como si mañana voy y me instalo en una plaza porque soy originario de Buenos Aires. Estamos todos locos”, aseguró.