Así lo definió el abogado constitucionalista a través de la 99.9 refiriéndose al crimen del kiosquero en esa localidad y que fue cometido por una persona que fue liberada durante la pandemia: “lo peor de todo es que es un plan, no un accidente”.
La inseguridad sigue siendo moneda corriente en Argentina y se dan cada vez más casos donde las personas que cometen crímenes, fueron liberados por decisiones judiciales que tienen que ver con la doctrina zaffaronista.
El hecho sucedido en Ramos Mejía durante el fin de semana, no hace más que volver a marcar el hastío de la gente con este tipo de políticas que se paga con vidas. El abogado constitucionalista Alejandro Fargosi fue claro al respecto en la 99.9: “los seres humanos lamentablemente aprendemos sólo cuando el agua nos llega al cuello o cuando muere gente que está a nuestro lado. Lo que pasó en Ramos Mejía era innecesario y es culpa de este gobierno, de Zaffaroni y todas las personas que convirtieron a la Argentina en un país con esta inseguridad”.
Para el letrado, hay algo peor que la ideología en si misma y es todo lo que políticamente se empieza a realizar desde allí: “lo peor de todo es que esto es un plan no es un accidente, no es algo no querido. Cuando se estudian los períodos de dominación de países en los últimos 100 años, el uso de la delincuencia para imponer miedo a la población es muy intenso. La liberación masiva sin justificación de ninguna índole, fue parte del plan”.
Fargosi cargó entonces contra el gobierno que ha utilizado incluso la pandemia para profundizar la verdadera idea que llevan adelante desde el poder: “lo que están haciendo es un plan de dominación política hay que empobrecer, drogar y embrutecer para dominar. Lo vienen logrando porque batiendo el récord de los mexicanos, el peronismo viene dominando desde hace 80 años que es mucho tiempo”.
A pesar de que la oposición está en el medio, hay lugares de nuestro país donde la oposición se da sólo desde el discurso porque después siguen participando de las mismas cuestiones que los oficialismos: “es muy difícil que haya voces masivamente hablando contra el curro cuando se institucionalizó y liga cargos y prebendas la oposición. Cuando uno no les debe nada puede ser opositor, pero si sólo recibe favores se produce ese fenómeno perverso donde parece que la oposición se opone, pero al final no se opone a nada”.