El Director del Instituto de Biología Molecular y Celular de Rosario (IBR), Alejandro Vila, se refirió en la 99.9 al descubrimiento que llevó adelante su equipo de trabajo acerca de la forma en la cuál las Superbacterias habían encontrado la manera de infectar a otras bacterias y generarle inmunidad a los antibióticos. “La existencia de las Superbacterias no se da por azar. Todos somos responsables por el uso excesivo y el mal uso de los antibióticos porque entrenamos a las bacterias para que sobrevivan”, explicó.
Las superbacterias son una preocupación a nivel mundial por la propagación de las mismas en todo el planeta y las predicciones que han hecho desde la Organización Mundial de la Salud (OMS) tampoco son alentadoras hablando de una situación preocupante para el año 2050.
En ese sentido, desde el Instituto de Biología Molecular y Celular de Rosario han hecho un descubrimiento realmente importante para combatir esa propagación. El director del IBR, Alejandro Vila, brindó precisiones al respecto y también aclaró que “la existencia de las Superbacterias no se da por azar. Todos somos responsables por el uso excesivo y el mal uso de los antibióticos porque entrenamos a las bacterias para que sobrevivan y que sólo perduren las que pueden superar a los antibióticos”. Luego agregó que “las superbacterias atacan en los ambientes hospitalarios a las personas que están con bajas defensas. Se están diseminando y las predicciones de la OMS son poco tranquilizantes. La población debe estar atenta porque no se deben tomar antibióticos si no están recetados y con eso sólo podemos comprometernos a reducir la incidencia de estas bacterias”.
Hecha la aclaración, comentó lo que representa el descubrimiento: “lo que encontramos en el laboratorio tiene que ver con el NDM, una encima que fue encontrada en Nueva Delhi y luego se propagó en más de 80 países. Una de las preguntas es como se dio esa diseminación. Fue un hallazgo de Lisandro González y Guillermo Bahr que son becarios del CONICET. Lo que encontraron es que NDM, que está dentro de la bacteria para defenderse de los ataques de los antibióticos, en vez de estar suelta está anclada a la membrana de la bacteria”.
Claro que para los científicos este tipo de situaciones no son sólo casuales, sino que empezaron a buscar los motivos: “podía ser una curiosidad pero vimos que eso le daba muchas ventajas respecto del resto de las proteínas. Eso le permite resistir más las defensas del sistema inmune, podría estar colonizando personas que tienen un sistema inmunitario bueno”, advirtió.
Dentro de ese hallazgo, hay otro paso que dieron en búsqueda de imponerle un freno a la propagación del NDM: “otra de las cosas, la más importante, es que las bacterias que tienen NDM lanzan al medio pequeñas vesículas, bolitas de grasa y cuando son lanzadas al exterior, NDM sale dentro de ellas. La resistencia a los antibióticos no queda condicionada a la bacteria. Es como si tuviéramos un francotirador que dispara estas vesículas y se puede transformar en un arma porque si alcanzan otras bacterias que no tenían resistencia a los antibióticos, al unirse con ellas, esas bacterias ahora se vuelven resistentes”.
El hallazgo por si mismo es importante, pero la aplicación práctica puede demorar a veces décadas: “hay dos muy buenas noticias a partir de esto. Vimos que existe un antibiótico que no es de uso clínico que se puede utilizar para que las proteínas no vayan a las membranas. Si usamos la globomicina en las bacterias que tienen NDM, no se expulsa más en las vesículas. Esto es una muy buena noticia ya que evita que la bacteria contagie a otras. Es algo que la industria farmacéutica puede tomar y desarrollar”. Luego agregó que “una segunda aplicación práctica del hallazgo fue desarrollar una modificación del ensayo, con un poco de detergente que libera las cosas que están pegadas a la membrana. Eso hace que, con la gente del Instituto Malbrán se pueda detectar NDM en el 100% de los casos. Tiene que ver con una aplicación preventiva que también es importante”.
En el contexto de un importante descubrimiento científico, Alejandro Vila también pidió políticas públicas que ayuden a contener el uso de los antibióticos que cada vez se da de formas más indiscriminadas: “la mayoría de los antibióticos uno lo puede comprar sin receta. Es un problema social, pero también de política de salud pública. Hay otro problema es el uso extensivo de antibióticos en animales para el consumo humano”, remarcó.