Cerca de 35.000 personas han participado en una enorme manifestación que se ha celebrado en la ciudad alemana de Dresde y se han opuesto a la estigmatización de los seguidores de una religión por los crímenes de una minoría.
Con las encuestas en el país mostrando un mayor número de ciudadanos que se sienten amenazados por el Islam y los recientes acontecimientos de Francia actuando como acicate para la xenofobia, las autoridades se oponen a la generalización.
“Hace tres días en París doce personas fueron brutalmente asesinadas por fanáticos islamistas durante un ataque a la revista Charlie Hebdo. Es difamatorio denigrar a todos los musulmanes de Europa como enemigos de la democracia por este ataque terrorista aislado y no lo permitiremos”, explicaba Stanislaw Tillich, primer ministro del estado de Sajonia.
Dresde respondía así a las manifestaciones que cada lunes convoca PEGIDA y muchos ciudadanos se oponen a que esta y otras organizaciones islamófobas se beneficien de lo acontecido la última semana: “He visto lo que el mundo ha visto y sí, duele. Sin embargo no quiero que el sufrimiento por los sucesos de estos días en París se utilice de forma equivocada.”