El gobierno acusó a la minoría uigur de perpetrar el atentado en Xinjiang, donde los musulmanes buscan la independencia.
En el peor acto terrorista islamista de los últimos años, por los menos 31 personas murieron y más de cien resultaron heridas. El ataque con explosivos ocurrió ayer en la región china de Xinjiang, donde sectores de la mayoría musulmana buscan la independencia de Pekín.
Minutos antes de las 8, dos vehículos todoterreno embistieron a decenas de personas que hacían sus compras en un mercado al aire libre en Urumqi, capital de Xinjiang, mientras los ocupantes de los autos lanzaban explosivos hacia la gente. Testigos del brutal ataque indicaron que uno de los autos estalló después de lanzar las descargas.
El atentado se produjo en uno de los momentos de la jornada en que los mercados chinos de frutas, verduras y carnes se encuentran desbordados de clientes. Fotos supuestamente tomadas en ese lugar -en el centro de la ciudad, cerca del parque Renmin- y colgadas en la red social Weibo, el equivalente chino de Twitter, mostraban cadáveres en una calle de tres vías, llamas y una nube de humo que ascendía sobre los puestos del mercado. “El aire estaba lleno de olor a pólvora y el sonido de sollozos. Hubo demasiadas víctimas, gente mayor que estaba en el mercado“, contó otro de los testigos a la agencia oficial Xinhua.
El Ministerio de Seguridad chino calificó el ataque como “un incidente terrorista serio y violento”, y el jefe de Seguridad Meng Jianzhu prometió reforzar la represión contra “la arrogancia del terrorismo”. El presidente Xi Jinping dijo que la policía “aumentaría las patrullas y los controles de seguridad sobre posibles objetivos terroristas” y prometió “castigar a los terroristas”.
El ataque fue el más letal de una serie reciente de atentados en China. En marzo, 29 personas murieron acuchilladas en una estación de tren en Kunming, al sudoeste del país.
China acusó a los militantes islamistas de Xinjiang de perpetrar estos ataques. Los grupos separatistas de Xinjiang buscan establecer un Estado llamado Turkestán Oriental, como el de la década del ’40 del siglo pasado, antes del triunfo de las fuerzas comunistas.
Xinjiang es una región rica en recursos fronteriza con Asia Central. La región vivió fuertes disturbios en 2009, cuando cientos de personas tomaron las calles de Urumqi y quemaron vehículos en abierto desafío al régimen comunista de Pekín.
En las últimas semanas, Pekín intensificó la represión contra los uigur en la región, encarcelando a decenas de personas acusadas de repartir propaganda y armas.