El juez Alfredo López habló en la 99.9 sobre el caso de Emiliano Cavas que estaba condenado a 20 años por un delito grave y, mientras gozaba de salidas transitorias, cometió otro delito como parte de una banda: “es un tema de larga data que se ve visualizado en casos extremos”.
La decisión del juez Galarreta de brindarle salidas transitorias a Emiliano Cavas, quien participó de otro ilícito en medio de sus horas de libertad, vuelve a poner en escena el régimen que se utiliza para otorgar este tipo de privilegio a detenidos por casos graves como en el caso citado.
El juez federal Alfredo López dio su visión al respecto en la 99.9 y remarcó que “es un tema de larga data que se ve visualizado en casos extremos, pero hay un montón que no conocemos porque no tienen el dramatismo de los que trascienden”.
Su punto de vista está orientado no sólo a la responsabilidad de los jueces, sino también a lo que la política aportó para que esto suceda cotidianamente: “hay que hablar de la responsabilidad que es, por un lado política y por el otro judicial. El gobierno anterior encumbró a Zaffaroni a la Corte Suprema de Justicia y luego a la Corte Interamericana. Cuando se le hizo la audiencia para que asuma, reconoció que no pagaba impuestos, que juró bajo el Proceso Militar y otras cosas más. Zaffaroni es una creación del gobierno anterior, es el Milani del derecho y representa la corriente abolicionista que ahora aplican estos jueces”, indicó.
En esa idea de justicia que se aplicó durante los últimos años, apareció la figura del juez de ejecución penal que para el Dr. López “son otro invento que han hecho porque no tienen imperio, no juzgan, no condenan y sólo están para liberar. Los que condenan se deben sentir muy mal porque otro juez, sin ningún juicio de por medio, hace que no se cumpla la pena impuesta”.
Por último, se refirió al caso de Micaela que también terminó muy politizado y con una exposición innecesaria de los padres de la víctima: “todo esto es un sistema, no estamos hablando de casos aislados. Cuando vi lo de Micaela, los que arribaron al entierro de la chiquita que terminaron convirtiendo en un acto político, son todos los que apoyan el sistema de Zaffaroni, es una terrible paradoja”, finalizó.