Fue esta noche en el consultorio ubicado en la calle Ayacucho. Una investigación intenta esclarecer la muerte del paciente Oscar Jorge García Rúa, de 92 años, infectado de coronavirus
Historias clínicas y recetas con órdenes de dióxido de cloro. Eso se llevaron los investigadores judiciales que en la noche del martes allanaron el consultorio de Dante Converti, el neurocirujano que le suministró al paciente Oscar García Rúa, de 92 años, un tratamiento de nebulizaciones de ibuprofeno de sodio y dosis de dióxido de cloro por vía intravenosa horas antes de su fallecimiento el pasado lunes, en el sanatorio Otamendi. Así lo revelaron a Infobae fuentes del caso.
La orden del allanamiento fue firmada por el juez federal Sebastián Casanello. El procedimiento se hizo enel consultorio ubicado en la calle Ayacucho 626 y finalizó pasadas las 23. El resultado fue positivo: se llevaron las historias clínicas, pero sobre todo las recetas en las que se recomendaban tratamientos con dióxido de cloro.
La causa se inició en las últimas horas, cuando el Ministerio de Salud puso en conocimiento a la Policía del episodio que rodeó a la muerte de García Rúa. Eso generó que, de modo preventivo, los oficiales acudieran el martes al consultorio. Según indicaron las fuentes, hubo movimientos que hicieron pensar que se estaba intentado vaciar.
Fue por eso que se le dio aviso al juez federal en turno y al fiscal Eduardo Taiano. En base a los primeros indicios, el juez ordenó las primeras diligencias, entre ellas el allanamiento. Ahora, con el análisis del resultado del procedimiento, se evaluarán los próximos pasos a seguir.
Esta es solo una de las causas abiertas por este caso. Los familiares del paciente decidieron hacer una demanda contra el sanatorio por haber demorado la aplicación del dióxido de cloro que había dispuesto el médico Converti. Están convencidos de que en las 48 horas que pasaron entre la orden del médico y el momento en que efectivamente el tratamiento se aplicó se pudo haber mejorado la situación del paciente.
Mientras tanto, el abogado Vadim Mischanchuk denunció al juez en lo civil y comercial Javier Pico Terrero por haber firmado una resolución haciendo lugar al pedido de los familiares y la recomendación de Converti de aplicarle esa sustancia al paciente. Lo acusó de “mala praxis judicial”, según la denuncia a la que accedió Infobae y que quedó radicada en el juzgado en lo criminal y correccional 58.
El caso, que sacudió a la comunidad médica, se conoció el fin de semana. El 7 de enero, un día después de que su madre muriese por coronavirus, José María Lorenzo solicitó a la Justicia que su padrastro Oscar García Rúa recibiera “en carácter urgente” la administración de nebulizaciones de ibuprofeno de sodio y de dióxido de cloro intravenoso, terapias recetadas por el neurocirujano del paciente, Dante Converti.
Converti aseguró a su entorno que había recibido a los familiares del paciente consultando por ese tratamiento. Fue luego de haber intentado otros recomendaciones, como el uso de plasma, según declaró Lorenzo este martes. En todo momento la familia y su asistencia legal subrayaron que se trataba de un tratamiento paliativo e insistieron en remarcar que el dióxido de cloro no estaba prohibida.
A la hora de resolver, el juez Pico Terrero hizo lugar al amparo, al considerar que “la cobertura de los tratamientos indicados no ocasionaría un grave perjuicio” para el sanatorio, pero “evita, en cambio, el agravamiento de las condiciones de vida” del paciente. El magistrado dictaminó que el hospital deberá “garantizar la implementación de los tratamientos prescriptos por su médico tratante”.
El mismo 7 de enero, el paciente fue tratado con el ibuprofeno inhalado y mejoró sus valores de saturación. Sin embargo, el sanatorio se opuso a aplicar el dióxido de cloro. Converti recién pudo aplicar esa sustancia el 9 de enero y vieron que se mantuvo esa leve mejoría. Al día siguiente, sin embargo, el paciente presentó fiebre. Por la noche, fue llevado a terapia intensiva y al día siguiente, el lunes 11, falleció.
Apenas comenzó la pandemia por el coronavirus, el dióxido de cloro surgió como posible tratamiento para el coronavirus, pero la Sociedad Argentina de Infectología (SAI) y la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) alertaron en reiteradas oportunidades sobre la peligrosidad de consumirlo. A raíz de la noticia de la muerte de García Rúa, la ANMAT volvió a cuestionar su consumo.