Los Estados brasileños de Espíritu Santo y Minas Gerais han sufrido por las fuertes lluvias caídas en los últimos días. Un total de 34 personas murieron debido a inundaciones y avalanchas, y alrededor de 50.000 tuvieron que abandonar sus casas.
Espíritu Santo, Estado lindero con Río de Janeiro, es uno de los lugares que más sufrió este temporal. En apenas ocho días, más de 49.000 personas tuvieron que ser evacuadas y 48 de sus 78 municipios decretaron situación de emergencia pública.
Por su parte, Defensa Civil indicó que los cuerpos de las últimas tres víctimas fueron hallados ayer en la ciudad de Colatina, a 134 kilómetros de la capital provincial Vitória. Las víctimas murieron enterradas bajo los escombros después de una avalancha.
El meteorólogo Hugo Ramos, del Instituto de Investigación, Asistencia Técnica y Extensión Rural de Espíritu Santo, indicó que se trata de la época de lluvias con mayor volumen de la historia.
El pasado martes, la presidenta Dilma Rousseff sobrevoló la región junto con el gobernador Renato Casagrande y anunció que el gobierno federal destinará recursos por 608.000 millones de reales (264 millones de dólares).
En el este de Minas Gerais, las lluvias ya han sumado víctimas desde octubre pasado. Según Defensa Civil de Minas, 77 ciudades fueron afectadas por las lluvias, 24 de las cuales decretaron situación de emergencia, 3.410 personas fueron evacuadas, 6.148 sufrieron daños y 67 quedaron completamente destruidas.