Entre 15.000 y 20.000 kurdos procedentes de toda Alemania han participado en una protesta calificada de alto riesgo.
La ofensiva militar de Turquía contra zonas controladas por los kurdos en el norte de Siria ha concentrado en la ciudad de Colonia entre 15.000 y 20.000 kurdos procedentes de toda Alemania y países vecinos, para una multitudinaria marcha de protesta calificada de alto riesgo por las autoridades de Interior.
Según la Policía, la manifestación contiene un “considerable potencial de conflicto” por las posibles contraprotestas que puedan ser convocadas por nacionalistas turcos, especialmente activos y numerosos en el ‘Land’ de Renania del Norte-Westfalia. “El ambiente es muy tenso”, afirman portavoces de la Policía ha desplegado en previsión de disturbios unos 2.000 efectivos, con apoyo de los estados federados de Hesse y Baja Sajonia.
La marcha de protesta fue convocada por el frente kurdo Nav-Dem, que aglutina a todas las organizaciones kurdas cercanas al Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), ilegalizado en Alemania. Aún así, y pese a los llamamientos hechos desde todos los estamentos de ayuntamiento renano para evitar actos de provocación que siembren el caos, algunos manifestantes portaban símbolos del PKK y retratos del líder del PKK, Ocalan, lo que ha obligado a intervenir a la policía.
Turquía incursionó la semana pasada en Siria para una ofensiva militar contra las milicias kurdas YPG, que Ankara considera una pantalla del PKK. La operación turca cuenta con el rechazo de Estados Unidos por el papel que desempeñan las milicias turcas en la lucha contra el yihadismo y por el apoyo logístico que dan al batallón estadounidense estacionado en la región de Afrin.
Alemania, país europeo con mayor población de ciudadanos de origen turco, también ha criticado la operación militar ordenada por el presidente Recep Tayipp Erdogan. Y lo ha hecho con palabras y con hechos, paralizando la venta de tanques de guerra tipo Leopard 2 porque “no podemos consentir que ese equipamiento pueda ser utilizado en la ofensiva”, explicó el ministro alemán de Asuntos Exteriores, Sigmar Gabriel. Pese a esa decisión, activistas kurdos han llevado acciones de protesta contra la política alemana de armamento y para pedir solidaridad con el Kurdistán. “Turquía ataca, Alemania hace caja”, denunciaban.
También esta semana se han registrado actos de violencia contra intereses turcos en el país, incluido dos mezquitas de la asociación religiosa turca Ditib, lo que ha vuelto a ser aprovechado por Erdogan para atacar a Alemania.
“Nuestros ciudadanos están siendo atacados, nuestras mezquitas están siendo atacadas. ¿Dónde está la policía alemana? ¿A que espera Alemania?”, dijo Erdogan hoy en un acto en Estambul.