Onapsis, Technisys y VU Security son las firmas locales que recibieron a los equipos del G-LAB, un programa internacional del MBA norteamericano.
Como todos los años, importantes empresas argentinas con proyectos de cambio e innovación aplican para recibir en sus sedes a equipos de estudiantes de uno de los programas más prestigiosos y solicitados de la Maestría en Administración de Negocios (MBA; por sus siglas en inglés) de la escuela de management del Massachusetts Institute of Technology, MIT Sloan.
Cada compañía presenta un proyecto para que, en caso de ser seleccionado, sea encarado por uno de los equipos del Global Entrepreneurship Laboratory (G-Lab), en principio con investigación a distancia y una fase final in house en el país correspondiente.
Esto le permite además a MIT Sloan ofrecer una experiencia internacional de trabajo concreta, interacción con culturas diferentes, exposición ante alta dirección y mentoría a quienes se gradúan en sus aulas. Por eso el G-LAB es uno de los factores más atractivos del MBA de la universidad ubicada en Cambridge.
Este año, se realizan más de 30 proyectos en América del Sur, Asia y África. Entre cientos de compañías de todo el mundo que se presentan para recibir consultoría de parte de estos equipos, tres de las locales fueron seleccionadas.
Se trata de la empresa de ciberseguridad, Onapsis; la firma de tecnología para banca digital, Technisys; y la organización especializada en protección de identidad y prevención del fraude, VU Security.
La primera de ellas propuso a los estudiantes del G-LAB –Michael Chan, Vicky Chang, Stacey Fang y Meaddawi, Homam- un análisis que les permita comprender qué oportunidades les ofrecía el mercado respecto de los controles SOX/ITGC y cómo las empresas trabajan para automatizar y verificar el cumplimiento de normas y regulaciones de ciberseguridad.
“Onapsis trabaja con organizaciones Fortune2000, es decir, con las empresas más grandes del mundo. Estas compañías están fuertemente controladas por distintas leyes y regulaciones locales e internacionales, como por ejemplo la ley Sarbanes-Oxley (conocida como SOX), que aplica a todas las firmas que cotizan en la bolsa de valores Estados Unidos y busca evitar fraudes y riesgos de bancarrota”, explicó a este medio Sergio Abraham, Líder del equipo de Innovación de la empresa argentina.
“El objetivo de este proyecto es entender cómo trabajan las empresas para verificar y automatizar el cumplimiento de SOX, a partir de sus controles de seguridad, hacer un estudio de mercado, y delinear un plan para implementar ideas innovadoras para poder continuar en la línea de expansión planificada y seguir aumentando la propuesta de valor para nuestros clientes“, añadió.
“El proyecto es completamente distinto a lo que veníamos trabajando internamente, por eso buscamos la consultoría de los estudiantes del MIT, para así también mostrar un poco de lo que hacemos desde Argentina para el mundo”, completó el ejecutivo que trabaja en el día a día con los cuatro alumnos del MIT que eligieron la propuesta de Onapsis.
En este caso, según contó Abraham a este medio, los maestrandos participaron además de las actividades que la compañía realiza regularmente para empleados, como el almuerzo mensual informal –evento conocido internamente conocido como “el bodegón”– afters en la terraza de la oficina y torneos en la sala de juegos con ping-pong, pool y playstation.
Technisys, por su parte, propuso colaborar para detectar tendencias del mercado financiero, de cara a su plan de expansión en los Estados Unidos este año. Sus soluciones Cyberbank Omnichannel y Cyberbank Core ya son utilizadas en la transformación de bancos tradicionales en digitales y ayudan a lanzar los nuevos “challenger”, “neo banks” y compañías fintech.
Aceptaron este desafío por parte de MIT Sloan Hisham Ibrahim, Mary Katerman, Phoebe Palmer y Lynman Woo. Y según puede verse en la cuenta de Twitter de la compañía, además de conocer las oficinas de Buenos Aires estos alumnos pudieron visitar el laboratorio que la compañía tiene en Montevideo, Uruguay.
“El proceso empezó en septiembre y empezamos a trabajar de forma remota y en enero vinieron a Buenos Aires para trabajar con nosotros durante tres semanas. Durante ese tiempo, muchos días vinieron a nuestras oficinas y también participaron de nuestro ‘Kick Off’, con todos los empleados de la compañía que vinieron de cada rincón de Latinoamérica”, añadió.
En todos los casos, los estudiantes de MIT Sloan comenzaron a trabajar en estos proyectos de G-Lab de manera remota en septiembre de 2018. Pasaron gran parte del mes de enero en Buenos Aires completando su investigación y en febrero presentarán los resultados a los titulares de las mencionadas compañías.
Por lo general los “insights” que encuentran los maestrandos son utilizados a la hora de tomar decisiones estratégicas, como evaluar inversiones, la entrada a nuevos mercados o negocios, etc.
“En nuestro caso particular fue para ayudarnos con la planificación, el foco de la innovación y la estrategia comercial”, detalló Stranieri, y prosiguió: “Es un gran privilegio trabajar junto a un grupo de profesionales de un instituto tan prestigioso como es el MIT para poder optimizar nuestras estrategias y llevar experiencias digitales seguras para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos de todo el mundo”.
“Es un honor ser seleccionados para trabajar con una entidad tan prestigiosa como el MIT. Además, la capacidad de trabajo de los estudiantes y la calidad de los resultados que entregan es altísima”, coincidió Sergio Abraham.
El aporte que realizaron los alumnos era muy valorado por la compañía sobre todo porque ellos lo evaluarían sin los sesgos que genera el trabajo diario dentro de una empresa. “Queríamos que puedan encarar este tema de manera independiente. Por el día a día, uno puede tener prejuicios sobre nuestro propio trabajo, y una mirada exterior e imparcial ayuda a avanzar de forma innovadora”, aclaró el ejecutivo de Onapsis.
Valor emergente
Desde el año 2000, los equipos del G-Lab de MIT Sloan trabajan para resolver problemas de negocios con más de 375 empresas anfitrionas de mercados emergentes de todo el mundo.
G-Lab es uno de los 15 laboratorios pioneros de Action Learning (Aprendizaje a través de la acción) que los alumnos de MIT Sloan tienen a su disposición, y es también uno de los más populares y requeridos de la currícula de MBA.
Si bien las actividades de los proyectos pueden variar, comparten temáticas comunes, como el aprendizaje vivencial y reflexivo entre colegas, docentes mentores, resolución de problemas del mundo real, transferencia de conocimientos y una iniciativa de un equipo de estudiantes destinada a producir un impacto mensurable tanto a nivel empresarial como social.
Los equipos realizan consultorías en áreas críticas como crecimiento estratégico, entrada a nuevos mercados, fijación de precios, marketing, estándares de referencia, captación de fondos y estrategia financiera.
Durante el proceso, los estudiantes de MBA obtienen experiencia del mundo real para crear, desarrollar y dirigir empresas jóvenes con infraestructuras económicas diversas, teniendo en cuenta el rol de la política, la cultura y otras variables no económicas.
¿Cuál es el valor que estos alumnos obtienen en esta experiencia internacional? “Hemos trabajado con emprendedores de toda América Latina durante casi veinte años”, dijo a través de un comunicado el Profesor Simon Johnson, execonomista jefe del Fondo Monetario Internacional y cofundador de G-Lab.
“Estos hombres y mujeres tienen una resiliencia destacable y ofrecen grandes posibilidades para el futuro. Para nuestros alumnos, es un privilegio –y un aprendizaje– poder ser de utilidad. Todos regresan a los Estados Unidos muy impresionados con la energía y la intensidad que tienen los CEO de estas empresas”, añadió.