El periodista español que pasó 10 años en Afganistán como cronista de guerra, habló sobre su experiencia en la 99.9 y sobre el interés en particular de Hitler en ese territorio.
Afganistán es un país con una particular e intrigante historia. En ese camino, incluso hay un interés del nazismo por el territorio que se dio en plena etapa de expansión del régimen de Adolf Hitler.
El periodista español Amador Guallar pasó 10 años como cronista de guerra en ese país y decidió escribir un libro sobre su experiencia denominado “En la tierra de Caín”. En la 99.9, se refirió a esa obsesión del nazismo por Afganistán: “es una historia extraña y poco pública. La Alemania de Hitler tenía interés en Afganistán por varios motivos, primero el geopolítico pero también el cultural. Los afganos eran muy receptivos y los alemanes llevan allí más de 100 años invirtiendo y construyendo distintas cosas”.
Incluso señaló que la influencia en el pueblo afgano de los teutones es muy evidente: “durante la guerra y luego de la misma, los afganos siguieron usando las ropas del ejército de Hitler. Era un punto asiático muy importante y la invasión que planteaba Hitler tenía como siguiente paso Afganistán desde donde vienen los pueblos arios”.
Lejos del ideario colectivo, aclaró que hay una sociedad muy variada dentro del propio país con la confluencia de distintas etnias: “es un pueblo centro asiático, hay muchas etnias que conviven durante miles de años. No son árabes, hay afganos rubios con los ojos azules y otros que parecen ciudadanos de Mongolia con los ojos rasgados. Tiene una historia con pasado budista hasta no hace mucho cuando llegó el Islam de manera violenta y tardó casi 500 años en conquistar el país”.
Su experiencia en el territorio lo llevó a conocer un país distinto con una fuerza como los talibanes a quienes no se ha podido vencer históricamente: “todos los grandes imperios que fueron a luchar a Afganistán, salieron perdiendo como los británicos dos veces, los rusos lo intentaron y ahora los norteamericanos están buscando lo mismo sin éxito. Lo llaman el asesino de imperios”.
Pero los enemigos de Afganistán no están sólo en los grandes imperios, sino que es un territorio con distintos conflictos en marcha: “tienen guerras distintas, no sólo los talibanes contra el gobierno afgano y Estados Unidos; hay conflictos criminales como ser el mayor productor de opio del mundo o ser un amortiguador para India y Pakistán”.
En la actualidad, Trump ha decidido comenzar con una retirada de Afganistán que es toda una señal y se podría acentuar si gana las próximas elecciones el actual presidente: “los Estados Unidos han abandonado 5 bases fundamentales en Afganistán. En los distintos frentes, las bases de Estados Unidos son cruciales por apoyo logístico y en combate que las fuerzas afganas todavía necesitan para los talibanes”.